Estudio revela industria de la moda son esencialmente pequeñas empresas que operan en casas de familia
Santo Domingo.- La mayoría de las empresas que trabajan en la industria de la moda son de tamaño micro, pequeño y mediano, de prevalencia femenina, de larga tradición en el país y bastante disperso, del que el 76% trabaja en una casa propia, revela un estudio del Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM). El 82% de estas tienen menos de diez empleados y solo el 18% tiene más de diez.
La investigación “Diagnóstico y Direccionamiento Estratégico InmodaRD”, ordenado por el MICM para Instituto de la Moda de República Dominicana (InmodaRD), también señala como ventajas de la industria de la moda en el país, el costo de la mano de obra local, la estabilidad macroeconómica, su potencial para la creación de empleos y la posición geográfica.
El 29% de las empresas tienen menos de cinco años, el 18% entre cinco y veinte años, el 24% más de veinte años y el 29% no respondió a la pregunta. Estos datos confirman que el sector de la moda tiene una larga tradición en la economía dominicana y todavía es un mercado muy activo, abierto y de muchas oportunidades para la generación de empleos e ingresos, de acuerdo a una nota de la Dirección de Comunicaciones del MICM.
El 76% declara que tiene la empresa en su casa, mientras que tan solo el 24% tiene un espacio de trabajo tipo taller o fábrica y/o una tienda. Lo anterior evidencia la baja visibilidad que tienen las empresas frente a sus clientes y la decisión de bajar costos administrativos y financieros para poder competir en el mercado.
Los resultados del estudio concluyen en que la mayoría de las empresas consultadas se ocupan del diseño y confección de ropa, principalmente para damas, y del diseño de accesorios y bisutería.
Respecto al nivel de asociatividad, el sector de la moda está disperso: el 47% de las empresas declaran ser parte de una asociación o gremio, el 24% no pertenece, mientras que el 29% no responde. De los que se declararon miembros de alguna asociación, el 20% dijo ser miembro de InmodaRD, el 20% de la Asociación de Industriales Textiles del Cibao y el Norte (ASITEC), el 30% de la Asociación Dominicana de Diseñadores Artesanales de la Bisutería y Complementos ADDABIC, y otro 30% de otras asociaciones.
El informe enumera además las oportunidades del sector, entre las que cita, la frecuencia de compra de ropa por parte del consumidor dominicano, la obligatoriedad del uso de determinadas prendas en las instituciones como normas de conducta laboral, la necesidad de uniformes escolares, la existencia de programas de compras gubernamentales y la afluencia de turistas, que son potenciales clientes de productos, prendas y accesorios típicos dominicanos.
Otros motivos que podrían contribuir al crecimiento de la industria de la moda dominicana son la necesidad de buscar tejidos y prendas que se adapten a los climas de playa y montaña del país y la posibilidad de generar nuevos emprendimientos en toda la cadena de valor, describe el documento al que hace referencia una nota de prensa de la Dirección de Comunicaciones del MICM.
Dificultades a superar
Las principales dificultades identificadas en el diagnóstico son la falta de energía eléctrica permanente, las facilidades aduaneras para la libre importación de ropa, los elevados costos de producción (en parte porque la materia prima utilizada no se fabrica en el país); la poca asociatividad del sector y las altas tasas impositivas que enfrentan los nuevos emprendimientos.
Estos y otros hallazgos fueron presentados durante una reunión que sostuvieron expertos del MICM con miembros de la directiva de InmodaRD y representantes de los ministerios de Medio Ambiente, Turismo y Educación Superior, en conjunto con funcionarios de Banreservas, del Centro de Desarrollo y Competitividad Industrial (Proindustria), del Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación y del programa de la Vicepresidencia, Progresando con Solidaridad.
En el encuentro, celebrado en uno de los salones del Ministerio, el viceministro de Fomento a las Mipymes, Ignacio Méndez, explicó que el MICM busca apoyar al sector de la moda, y que por ello preparó este estudio diagnóstico.
“Estamos en el momento preciso. Esta reunión pretende sensibilizar a cada uno de los actores para que tomen acción”, dijo.
A la presentación del estudio asistieron las diseñadoras Jenny Polanco, Elisa Morató, Isabel Reynoso y Anny Abate, quienes forman parte de InmodaRD.
Perspectiva del sector
Para el 2025, el consumo global de artículos de moda pasará del nivel actual de 1,7 billones de dólares a 2,6 billones de dólares. Esto significa 900,000 millones de dólares adicionales en los próximos diez años, lo que representa una gran oportunidad de negocio.
Según el diagnóstico, el pueblo dominicano tradicionalmente es cercano a la confección y es un apasionado consumidor de la moda, por lo que resultaría relativamente fácil la multiplicación, con éxito, de marcas dominicanas para consumo nacional y regional.
El talento y creatividad del diseño textil dominicano está probado, y el posicionamiento turístico de la marca-país es un plus en el ámbito internacional. La nación tiene todas las potencialidades para ser el hub de la moda en el Caribe, pero faltan políticas públicas efectivas y una estrategia clara en el empresariado para dar el siguiente paso.
Ficha técnica y metodología
Para la realización del análisis “Diagnóstico y Direccionamiento Estratégico InmodaRD”, se consultó a un grupo de veinte empresas representantes de cada uno de los eslabones de la cadena de la moda. Además, se realizaron entrevistas con actores clave y con personas vinculadas, directa o indirectamente, con la actividad económica.
Una vez identificadas las principales amenazas y oportunidades, se diseñó una estrategia para buscar soluciones y alianzas inter-institucionales e inter-organizativas para el impulso de la cadena de la moda en República Dominicana. La estrategia propuesta parte de la identificación de las principales potencialidades que tiene el sector y del aprovechamiento de las oportunidades que se presentan.
Como elemento transversal y permanente, y con el propósito de impulsar la cadena de valor de textiles, confecciones y moda en el país, el estudio recomienda mejorar los niveles de institucionalidad, de organización y de asociatividad entre cooperativas, gremios, ONG y empresas que están inmersas en la dinámica empresarial.
Fuente: MICM