Falló el juego limpio
Apostilla del Diplomático
José Cáceres Veloz
El triste espectáculo internacional que hemos vivido en los últimos cuatro días donde se han visto involucrado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y varios jugadores profesionales de la NFL, de las Grandes Ligas, de la NBA, así como varios entrenadores de basket, es algo que deja mucho de desear.
Los puntos de vistas de las personas hay que respetarlas, aunque no se compartan.
Un ejemplo: Si el canastero Curry de Golden State no quería visitar la Casa Blanca por ser los campeones de la NBA, ya un acto tradicional con el inquilino de la Casa Blanca y el ganador de la NBA, ese era su derecho.
Sin embargo, la reacción de Trump encendió el debate. Dijo que si era así, entonces estaba cancelada la visita de Golden State a la Casa Blanca.
La diplomacia deportiva se fue a pique ese conflicto. En el deporte, se gana y se pierde. El ganador celebra, el perdedor va y felicita al triunfador y todo en paz.
En ese conflicto, todos han salido perdiendo.
Ahora, lo que hay es un «dime y direte» entre esas figuras mundiales de la política y del deporte profesional en Estados Unidos.
Ojalá y eso sirva de experiencia para el futuro no muy lejano: tenemos que aceptar a los demás como son, así mismo seremos aceptados nosotros con nuestros puntos de vista.
Ya el asunto con los jugadores de la NFL es más grave, porque se habla de racismo, la funesta pelea del blanco contra el negro, algo que aún está latente en ese país, a pesar de que estaba un poco controlado.
La diplomacia política no llenó su cometido y dejó que ambas partes se rasgaran las vestiduras en público.
Y el deporte profesional de USA recibió un golpe de bolsón.