La Bienal Internacional de Arquitectura y Urbanismo de República Dominicana premia la
Felicidad: Estado definitivo de un momento que ha pasado
Iranna Flaviá Luciano
Pienso y Luego Escribo
La vida es corta, finita y giratoria, todos en nuestro diario vivir pensamos en las cosas que nos hacen bien y en las que no tan bien.
Pensamos en estados de la mente, donde vemos y juzgamos por sonrisas o lenguaje corporal lo que podemos definir como felicidad.
Si nos remontamos a lo que es el tema de la felicidad, y sin verlo como lo que es, un estado de un momento, pensamos que podríamos tenerla para siempre y jamás.
Los instantes de nuestra existencia están compuestos por momentos, que son los que deciden el curso de lo que seremos en el futuro.
Queremos atrapar los tiempos entendiendo que si los tenemos en nuestras manos así atesorándolos se quedaran.
La vida normal está compuesta por muchos matices, momentos de alegría, de tristeza, de angustia, de dolor, de euforia, de gozo, de penas, y de ansiedad, de ver lo que llega, de ver lo que no llega, en fin de muchos colores.
Muchos dicen ser felices, lo cual en una mentalidad completamente abierta llama a curiosidad dicho estado.
Puesto que la alegría no es felicidad, el gozo no es felicidad, la euforia no es felicidad, una espera que llegó a tiempo no es felicidad.
Por esto es que la felicidad para muchos es como tratar de atrapar en un frasco y encerrar para siempre un momento que ya pasó.
Sin saber que esa materia con el tiempo tiene desgaste, y como todo en la vida tiene un tiempo de caducidad.
Qué es lo realmente importante? No perseguir la plenitud, pero disfrutar en los momentos en que llega.
Nada es lo suficientemente perfecto, nada es lo suficientemente agradable, ni infinito para que se mantenga toda la vida.
Cuando miramos a nuestro alrededor y vemos fotografías debemos de pensar que estamos llenos de instantes, y que una cara triste en un momento determinado también es completamente normal.
Estamos bajo la sombrilla de un mundo que pinta en las redes sociales que solo se vive de carcajadas, de lujos, de excesos, cuando en realidad tenemos altas y bajas.
Que no conseguir las metas trazadas en un tiempo determinado tampoco es un fracaso, sino que el momento a realizarse aun no se ha materializado.
Qué si la vida es bella? Diría que lo mejor, porque cualquier circunstancia trae una enseñanza, por lo que nos hacemos cada día más sabios.
Pienso y Luego Escribo: La vida es una linda realidad que tratando de ser felices todos debemos de enfrentar.