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Fiesta de la Divina Misericordia
Leonor María Asilis E.
Rincón Digital
Dada la importancia para nuestras almas y por aproximarse la Fiesta de la Misericordia, les brindo más información sobre esta devoción para que así podamos beneficiarnos de ella. Nuestro Señor se le apareció a la Hermana Faustina Kowalska y le reveló su Divina Misericordia para el mundo.
La hermana Sor Faustina fue beatificada en abril 18 de 1993 por el Papa Juan Pablo II y canonizada en abril 30 del 2000, el primer Domingo después del Domingo de la Resurrección, el cual se conoce como el Domingo de la Divina Misericordia.
El Santo Padre Juan Pablo II dirigió la ceremonia de canonización ante una multitud de aproximadamente 200.000 peregrinos de la Divina Misericordia. Sor Faustina tiene el honor de ser la primera santa canonizada en este milenio, su canonización fue un evento muy importante del Jubileo del año 2000 que le dio gran importancia al mensaje de la Divina Misericordia.
Se venera la Imagen de la Divina Misericordia con las palabras «Jesús, en Vos confío» . Se reza la coronilla de la Divina Misericordia especialmente a las 3 de la tarde comúnmente conocida como “ La hora de la Misericordia “.
Estos son extractos de diálogos del Señor con la Hermana Faustina según lo escribió en su diario. Pinta una imagen de acuerdo a esta visión, con las palabras » Jesús, en vos confío» Yo deseo que esta imagen sea venerada, primero en tu capilla y después en todo el mundo. Le hizo varias promesas: “Yo prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá.
También prometo victoria sobre sus enemigos aquí en la tierra, especialmente a la hora de la muerte. Yo mismo la defenderé con mi propia Gloria.”
Esta preciosa imagen se ha extendido por todo el mundo incluyendo la República Dominicana.
Es rica en simbología.
Del corazón de Jesús salen dos rayos. Los dos rayos denotan Agua y Sangre. El rayo pálido significa el Agua que hace las almas correctas. El rayo rojo significa la Sangre que es la vida de las almas. Estos dos rayos salieron de las profundidades de su Misericordia cuando su corazón agonizante fue abierto por la lanza en la cruz.
Jesús quiso que el primer domingo después de Pascua sea la Fiesta de su Misericordia. El alma que se confiese y comulgue obtendrá completo perdón de sus pecados y del castigo merecido. Es decir, indulgencia plenaria.
Para rezar la coronilla de la Divina Misericordia, se toma el Rosario y se empieza con: el Padre Nuestro, el Ave María y el Credo. Al comenzar cada década decimos: Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados y los del mundo entero.
En cada cuenta pequeña decimos: Por su dolorosa Pasión ten misericordia de nosotros y del mundo entero. Al final de estas cuentas decimos tres veces: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.
«Jesús, hijo de David, ten compasión de esta humanidad sufriente y a través de tus divinos rayos que brotaron de tu corazón toca el nuestro para que lo limpies, sanes y salves». Amén.