¡Frenemos tanta violencia!
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
Se hizo viral este fin de semana en las redes un video que muestra la violencia ejercida por un miembro de la Policía Nacional a un ancianito, lanzándolo hacia un motor, sin importarle su sufrimiento. Un hecho indignante ante los ojos de cualquier ser humano con un mínimo de sensibilidad.
Contrario a la misión de un policía de salvaguardar la seguridad de los ciudadanos, prevenir los delitos y proteger el libre ejercicio de los derechos de las personas, no maltratarlos vilmente, ese policía actuó sin importarle que se trataba de un anciano indefenso.
Otro hecho violento que ocurrió fue el de un padre que golpeó a su hijo de 11 años con el cable de freno de una bicicleta, provocándoles heridas en la espalda que lo dejó en estado reservado en un hospital y fue arrestado por la policía.
Sabemos bien que, ningún progenitor tiene el derecho de descargar su enfado, abusando físicamente y sin conciencia alguna de su hijito.
También observamos en las redes el video un agresor, con supuesta orden de alejamiento, que acudió a la casa de la víctima y molesto porque ella rehúsa reconciliarse con él, comenzó a halar las extensiones de luces navideñas desde un balcón con hierros y procedió a cortarlas en pedazos.
Desde este espacio donde promocionamos la paz les recordamos que nada justifica los malos tratos y mucho menos contra personas de segmentos tan vulnerables como son los adultos mayores, los niños y las mujeres.
Tanto el miembro de la Policía, el padre del infante y la ex pareja de la mujer víctima de violencia, que al parecer ya había denunciado a las autoridades, merecen sanciones como manda la ley, para así dar ejemplos a la sociedad de que ejercer violencia no es, ni será nunca, una solución aceptable ni válida.
La pregunta obligada ante tantos hechos que están ocurriendo es ¿Qué nos está pasando como sociedad? Lo cierto es que, lo hechos nos invitan a sentar como precedente que no podemos normalizar las acciones violentas.
Debemos considerar que la solución ante cualquier conflicto debe ser a través de alternativas pacíficas, siempre respetando los derechos humanos.
Y es que, la emoción de la ira ante una adversidad, no puede nublar la razón para entender y hacer valer el derecho constitucional que tenemos de vivir una vida libre de violencia, el cual debemos defender en cualquier circunstancia.
Amables lectores, les invito a cada día a realizar un ejercicio de reflexión cuando una situación nos moleste y es identificar qué tipo de emoción sentimos y luego buscar la manera de canalizarla sin recurrir a la violencia.
¿Quieres desahogar tú incomodidad? Aléjate un momento de la persona, respira profundo y cuando te sientas más calmado externa tu posición, escríbela, convérsala con una persona objetiva y si entiende que no tiene solución aprendamos a soltar, ya que sabemos que cada quien da lo que lleva por dentro.
Recordemos que toda violencia genera más violencia y si la pandemia nos ha enseñado lo frágil que es la vida, debemos centrarnos en cuidar nuestra paz mental y a través de ella buscar las soluciones a cualquier adversidad o conflicto que se nos presente.
Nos unimos al clamor de los especialistas en la conducta que advierten y solicitan al gobierno dar prioridad a la salud mental en procura de lograr relacionarnos con más armonía y menos violencia.
Por un 2022 con mayor paz social y familiar.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia
@Yanira_Fondeur