Grabar hecho violento no es la solución
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
Ante la penosa indiferencia de muchos que, prefieren grabar con el celular antes que separar amigos que se agreden físicamente, el pasado viernes una vez más la sociedad dominicana quedó consternada con la lamentable noticia de la muerte de un niño de 11 años por un compañero a la salida del centro escolar.
La tragedia, que costó la vida de Moisés Daniel Vargas, único varón de tres hermanos residente en el sector de Gualey y quien soñaba con ser pelotero de Grandes Ligas para mejorar las condiciones económicas de su humilde familia, sucedió en las inmediaciones de la Escuela Primaria San Rafael de los Guandules.
Según los informes de prensa, los niños iniciaron una discusión dentro del recinto escolar que continuaron a la salida, recibiendo Moisés continuos golpes y un empujón que lo dejó inconsciente, tras golpearse la cabeza con una piedra, que le produjo su deceso.
Desde este espacio de promoción de paz invitamos a la reflexión sobre lo acontecido que pudo ser evitado, a partir del comentario de un vecino observador de la tragedia que dijo que “en vez de detener la pelea de los niños, los demás prefieren grabarlos y gritarles que sigan”.
Debemos recordar constantemente a nuestros niños y adolescentes que son tan cómplices del hecho quien lo comete como aquellos que se dedica a incitar y grabarlo para las redes.
Insistamos en hacerles entender que, no hay problemas sin solución, que todas las personas sin importar edades, culturas, religiones o clases sociales deben merecernos respeto.
Estamos en el deber de crearles conciencia de que, recurrir a la violencia no es la vía correcta, por la simple razón de que destruye las relaciones, imposibilita la empatía y la armonía de ambas partes.
Nos desmayemos en hacer entender a los jóvenes de su responsabilidad cuando tiene que colaborar para intervenir positivamente en un acto violento. Definitivamente grabar implica complicidad y deslealtad ante el atentado a un ser humano.
Es un deber de los adultos ser ejemplo de referencia y enfatizarles, una y otra vez, que el diálogo es la mejor herramienta para solucionar los conflictos del diario vivir y que para ello debemos aprender a escuchar, a controlar las palabras que decimos y que siempre tienen poder para manejar sus emociones.
Esta nueva tragedia nos recuerda la necesidad de prevenir la violencia, de promover los buenos tratos, creando conciencia en el estudiantado de la importancia de educar en valores, tan esenciales para la vida como el aprendizaje de materiales tradicionales, en temas como son la sana convivencia, las relaciones positivas, el manejo de conflicto, el autocontrol y la prevención del bullying, entre otros.
Conservamos la esperanza de que todos los actores del sistema educativo brinden sus mejores esfuerzos para que las escuelas y sus alrededores sean siempre espacios de solidaridad, en el que se compartan enseñanzas que nos proyecten como seres humanos civilizados y multiplicadores de acciones pacíficas.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.
@Yanira_Fondeur