Hablemos de alianzas público-privada
Alliett Ortega
Desde mi perspectiva
Esta semana en desde mi perspectiva aprovecharé para que hablemos sobre las Alianzas Público-Privada (APP), y es que los grandes desafíos que enfrentamos como país, así como los problemas generados; por ejemplo, por esta reciente pandemia, el cambio climático o la posible crisis financiera mundial a raíz del Covid-19, que nos ha orientado a buscar formas innovadoras para enfrentarlos, temas como que el Estado era el solucionador de todos los problemas en estos momentos es inviable, por lo que se hace necesario un involucramiento de todos los actores de la Sociedad, y esto implica Sector Público, Sector Privado, y claro la sociedad civil, como un veedor del esquema, ya que el fin último que todos anhelamos es el desarrollo del país, del cual todos somos corresponsables. En ese contexto, surgen las alianzas público-privadas, con una orientación al desarrollo de los países, que se pueden orientar a diversas áreas, como educación, salud, infraestructura, medio ambiente y el desarrollo local, entre otros. Las alianzas representan una asociación de responsabilidades y distribución de riesgos entre diferentes agentes, que, en la búsqueda del bien común, comparten recursos, conocimientos y, sobre todo, el compromiso de contribuir al desarrollo y, por ende, al bienestar de la sociedad.
Ahora bien desde mi perspectiva por más buenos deseos y voluntad que se tengan, la diversidad y la complejidad de los problemas por resolver, hacen que sea necesario construir mecanismos ágiles, flexibles y novedosos, que les permitan a los grupos interesados interactuar en forma eficiente, en pro del desarrollo, la equidad y la sostenibilidad, un paso que como país hemos dado con la promulgación de la Ley de Alianza Público Privada No.47-20, en la cual en su considerando 8 cita ‘’Que la experiencia internacional en alianzas público-privadas revela que su desarrollo e implementación permite enfrentar de manera más oportuna las limitaciones presupuestarias tradicionales al promover la ejecución y la operación de las obras y servicios por parte del sector privado; así como diversificar la gama de servicios e infraestructuras públicas, al permitir la incorporación de innovaciones y nuevas iniciativas’’ , lo cual es una realidad en nuestro país, en dicha legislación se define todos los actores, tipos, e incluso el órgano rector responsable de su aplicación , la reciente creada Dirección General de Alianza Pública-Privada, como entidad autónoma y descentralizada del Estado, investida de personalidad jurídica, patrimonio propio, autonomía administrativa, jurisdiccional, financiera y técnica, la cual estará adscrita al Ministerio de la Presidencia.
Desde mi perspectiva como país hemos dado los pasos correctos con este tipo de esquema, ahora nos toca un proceso de orientación, y formación en todo el proceso de desarrollo de la figura de la APP, ya que las mismas son una estrategia de trabajo colaborativo entre actores que participan en calidad de socios pares, en pro de alcanzar un propósito común. Esto implica compartir responsabilidades y riesgos, así como potenciar sus capacidades, recursos y aportes para alcanzar mayores impactos o resultados. Trabajar en que la sociedad entienda que en estas alianzas subyace una promesa de valor, pues sus miembros esperan de ésta que enriquezca las acciones emprendidas y que represente algún retorno significativo para el logro de su misión, no solo para el sector público, sino también para el sector privado, implicara mucha información, y sensibilización. Y es que las alianzas tienen diversas formas de organización y funcionamiento, así como los elementos y valores que facilitan la constitución y dinámica las mismas, y esto dependerá de la naturaleza de sus actores personas naturales y/o jurídicas de los sectores público y/o privado, el tiempo de duración de las mismas, que aunque la ley cita de largo plazo, las mismas pueden ser de corto, y mediano, así como su nivel de formalización, en nuestro caso nos hemos asegurado que esta figura nazca con su órgano rector, lo cual garantiza formalidad jurídica desde sus inicios.
Toda APP desde su concepción debe tener elementos claves a saber:
La construcción de acuerdos – El propósito común–La paridad entre los aliados- La complementariedad de aportes – La definición de roles y La promesa de valor.
Otro punto por conocer de esta figura de la APP son los valores que dinamizan una alianza, existen al menos cuatro valores como los principales en una alianza, lo cual no va en detrimento de los valores que cada alianza defina y priorice de acuerdo con su experiencia, o su marco normativo, estos son:
- La confianza: La confianza favorece el trabajo conjunto entre las partes y el logro de los propósitos, implica la honestidad en las intenciones e intereses entre los socios.
- El respeto: Cuando el respeto está presente se valora la opinión, los intereses, lo que son y hacen los otros aliados.
- La transparencia: Es un valor primordial porque aporta al afianzamiento de la confianza entre los socios. Desde mi perspectiva la transparencia comprende la claridad de todos los aliados sobre los medios a utilizar y los procesos a desarrollar para comunicar efectivamente los logros, los resultados y las inversiones interna y externamente, y la comunicación efectiva entre los miembros de la alianza sobre sus agendas e intereses, para volverlos legítimos con sus pares.
- La igualdad de oportunidades: Este valor favorece la participación de los diferentes miembros de la alianza en igualdad de oportunidades para establecer condiciones equitativas en la toma de decisiones y en los beneficios que recibirán por su vinculación, independientemente de los recursos que cada socio o sector dispongan.
Desde mi perspectiva existen algunos retos a los cuales nos enfrentamos para el desarrollo de la APP en nuestro país, y en el cual todos los involucrados deben enfocar esfuerzos para mitigar y estos son reglamentar claramente la permanencia y la rotación de los actores de los sectores, conocer claramente la dinámica institucional del sector gubernamental, y la creación de una cultura permanente de apertura al cambio. La dinámica institucional, el manejo administrativo y presupuestal de cada sector es distinto. De otra parte, el trabajo entre los sectores implica se revisen las leyes, y las reglamentaciones del Sistema Financiero, Bancario, Fondo de Pensiones, puestos de bolsa, fondos de inversiones, y de la AFP que permita movilizar recursos hacia las APP de manera eficiente sin demoras ni trabas innecesarias , ya que en su implementación se puede encontrar con trabas de carácter legal, sobre todo, en lo relacionado con el manejo presupuestario, contrataciones públicas, pago, y control interno, esto en caso de que los recursos sean transferidos de algunas de las partes anteriormente citadas. De otra parte, se debe conocer qué entidades de control estarán encargadas de hacer seguimiento a dichos recursos y qué información se les debe entregar. El trabajo en APP implicará, una apertura al cambio facilitará la posibilidad de construir innovaciones a los procesos. Como parte de esta sociedad, y conocedora del crecimiento que ha tenido el Estado Dominicano, y lo que aún nos falta por avanzar apuesto a que este mecanismo nos apoyara en el desarrollo, es un reto, pero con las medidas correctas, y reglas claras es el camino más viable para lograr el cambio que todos esperamos. Hasta una próxima entrega