Hablemos de Herpes Zóster o Culebrilla

Tendencias dermatológicas

Doctora Yasmina Almodóvar

El herpes zóster o culebrilla es una dermatosis vesiculosa producida por una reactivación del virus de la varicela zóster.

Se puede presentar en cualquier edad, pero existe mayor probabilidad de desarrollar la infección si tienes más de 50- 60 años, si has padecido de varicela anteriormente, si el paciente presenta alguna inmunosupresión por medicamentos o enfermedad (diabetes, quimioterapia, HIV, Cáncer, etc.).

El paciente con herpes zóster activo es contagioso solamente para personas que nunca han tenido varicela, es decir, para aquellas que nunca han sido infectadas con el virus Varicela-Zóster.

Quien nunca ha tenido varicela, si entrar en contacto con un paciente con herpes zóster, desarrollará varicela, y no culebrilla (herpes zóster), porque la primera siempre es la forma inicial de contaminación por este virus.

Las zonas mayormente afectadas por el herpes zóster o culebrilla son: área intercostal, área genitocrural, área cervical, área oftálmica.

Los primeros síntomas de esta infección son generalmente: dolor espontaneo (punzante, agudo), hormigueo, ardor, febrículas, neuralgias, prurito, hormigueo, etc… del dermatoma o área afectada.

Otros síntomas pueden incluir: Dolor abdominal, Fiebre y escalofríos, Sensación de malestar general, Dolor de cabeza, Dolor articular, Dificultad para mover algunos de los músculos en la cara, Problemas de visión.

Quienes nunca han tenido varicela pueden reducir el riesgo de contraer el virus evitando el contacto con personas con varicela y Herpes Zóster.  No obstante, la mayoría de los pacientes desarrolla el Herpes Zóster sin saber cuál es el origen de su enfermedad.

Algunas de las complicaciones del herpes zóster o culebrilla son:

•  El Zóster en la cabeza puede producir rigidez de nuca y dolor de cabeza.
• La erupción puede infectarse por bacterias.
• Herpes Zóster en la proximidad de los ojos puede ocasionar cicatrices en la córnea, afectando la visión.
•  El Herpes Zóster en la cara puede, en algunos casos, dar lugar a una pérdida temporal de la capacidad auditiva, parálisis facial y una disminución del sentido del gusto.

No hay cura para el herpes zóster. El tratamiento temprano con medicamentos que combaten el virus puede ayudar. Estos medicamentos también pueden ayudar a prevenir el persistente dolor.

Visite siempre su dermatólogo si presenta alguna de las lesiones ya mencionadas.

Estoy para servirles, en el centro Dermatológico Dra. Almodóvar a los teléfonos: 849-294-7475 / 829-656-8989 / 809-591-7475  Dra.Almodovar@hotmail.com