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Halitosis
Elizabeth Grullón
Orientación Odontológica
La halitosis, también conocida como mal aliento, es un motivo de consulta frecuente al que se enfrenta el Odontólogo cada día. Se define como el conjunto de olores desagradables que se emiten por la cavidad oral, producido por factores como mala higiene oral, infecciones dentales u orales, la ingesta de ciertos alimentos y enfermedades sistémicas. Esta no es una enfermedad, sino un síntoma o signo de posibles enfermedades que afecta aproximadamente al 30% de la población. Con frecuencia, los pacientes con halitosis lo desconocen, debido a la incapacidad de oler el propio aliento o por el hábito producto de una exposición mantenida.
La halitosis la podemos clasificar en 3 categorías: fisiológica, patológica y psicosomática:
Halitosis fisiológica
Aliento matutino: la intensidad de la halitosis es mayor durante las mañanas debido al incremento de la actividad metabólica de las bacterias durante el sueño, la disminución del flujo salival y la actividad muscular. El ayuno y los hábitos de higiene oral antes de dormir influyen en esta condición.
Edad: la calidad del aliento cambia con la edad. En los ancianos los cambios regresivos de las glándulas salivares afectan a la calidad y cantidad de la saliva, incluso con buena higiene oral.
Prótesis dentales y ortodoncia: estos pueden acumular restos de comidas. Las prótesis removibles deben extraerse y ser limpiadas diariamente. Si se dejan puestas durante toda la noche se produce un olor característico dulzón, pero desagradable y fácilmente reconocible.
Tabaco: Crea un aliento característico, que incluso puede durar más de un día después de fumar.
Hambre: los pacientes que se saltan una comida o que realizan una dieta hipocalórica tienen mayor nivel de halitosis.
Halitosis patológica
Higiene oral deficiente: la lengua es la localización de la mayor parte de bacterias en la boca. Cualquier lugar donde exista acumulación y putrefacción puede originar halitosis. Así como también espacios interdentarios, área subgingival y abscesos.
Enfermedad periodontal: se produce por la acumulación de microorganismos en la placa de los dientes o en la bolsa periodontal.
Amígdalas: existe una halitosis transitoria en la amigdalitis aguda. Ocasionalmente al comprimir una amígdala de aspecto normal, emite un exudado de olor fétido por la cavidad oral.
Enfermedades digestivas: personas que padecen de gastritis, esofagitis, ulcera péptida, pueden tener un aliento fétido.
Diabetes mellitus mal controlada: la hiperglucemia produce un aliento dulce, afrutado de acetona por un acúmulo de cuerpos cetónicos en sangre. Además, estos pacientes presentan mayor susceptibilidad a infecciones orales (candidiasis, úlceras y enfermedad periodontal).
Halitosis psicosomática
El paciente percibe un mal olor en su aliento que otros no detectan y no se puede objetivar con las pruebas diagnósticas disponibles.
Si consideras que padeces algún tipo de halitosis, no dudes en visitar un profesional de la salud para examinar posibles soluciones a tu caso.
La autoria es doctora En Estomatología – Endodoncista.
IG @elizabethgrullon