Hay que pensar en China
La Cuartilla
Néstor Medrano
Hay que conocer de viva voz presencial el significado que implica el desarrollo de la República Popular China no solo para Asia Oriental, sino para Occidente.
China significa un reto. Un gran reto positivo porque es un mercado de 1,300 millones de consumidores, galopando en una de las economías más sólidas y consistentes del mundo.
Los países en vía de desarrollo de este lado del mundo tienen que analizar el caso chino. Echar un vistazo a su proceso de desarrollo y comenzar a hacerse preguntas. Preguntas inteligentes, por supuesto, cómo es posible para un Estado y su liderazgo histórico, atravesar un proceso convulsionado por mil acontecimientos, batallas desiguales, ocupaciones cruentas a su territorio y airear, hoy en día, una de las concepciones de desarrollo más intrincadas y plausibles.
Que el costo de sangre ha sido muy alto.
Todos sabemos que la de China no ha sido una historia rosa. Sufrieron con los japoneses, por solo citar uno de sus tantos casos de lucha, sufrieron con los afanes de firmeza de una ideología política sustentada en el comunismo y tuvieron en líderes como Mao, el brazo fuerte que los condujo por un derrotero cuyos frutos todavía hoy se miden en el campo de sus postulados de formación ideológica. Ha sabido construir un régimen híbrido que mantiene su concepción de un socialismo que ellos bien llaman al estilo chino, con una economía de mercado que hoy es capaz de apoyar a países pobres, como sucedió recientemente con la condonación de la deuda de 60 mil millones de dólares a naciones africanas.
Es un país con provincias y ciudades, verdaderas metrópolis, que impactan como centros de negocios y económicos de relevancia mundial como Beijing, Shangai y otras de desarrollo industrial como Dalian y Nantong.
Dalian es la décima ciudad en el rango de desarrollo, con amplias zonas industriales, pujantes puertos pesqueros y una gran necesidad de importar hacia allá gran cantidad de mariscos que en el caso de República Dominicana, implicaría el análisis de comenzar a preparar la plataforma estructural en infraestructura y logística para contar con la capacidad de acometer la demanda que se requerirá.
China es una realidad. Una realidad inmensa a la que se debe acometer con gran inteligencia y capacidad estratégica.
Su milenaria historia de luchas, de divisiones y embestidas desiguales permite enarbolar ese ejemplo para pensar en China con perspectiva de progreso.