La Bienal Internacional de Arquitectura y Urbanismo de República Dominicana premia la
Importancia de la prevención del abuso infantil
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
El indignante hecho de que un psicólogo escolar en Dajabón aprovechara sus
funciones para agredir verbal, psicológica y sexualmente a seis menores de
edad de diferentes centros educativos, constituye una alerta para toda la
comunidad educativa y tutores sobre la necesidad de la prevención del abuso
infantil.
Gracias a que fue denunciado por un personal consciente de su
responsabilidad y compromiso, el psicólogo Aníbal José de la Rosa Peguero
fue arrestado por violación a varios artículos del Código Penal Dominicano y
del Código para la protección y los Derechos Fundamentales de los Niños,
Niñas y Adolescentes estipulados en la ley 136-03.
Las víctimas, niñitas entre 8 a 10 años, sufrieron acoso de este supuesto
profesional de la salud mental, que además de tocar sus cuerpos en el espacio
destinado a realizar su trabajo profesional, aprovechaba para mostrarles videos
pornográficos y las amenazabas para que guardaran silencio de sus malsanas
acciones.
Amables lectores, recordemos siempre que, el silencio alimenta los hechos
violentos y es por ello que, debemos incentivar a que las víctimas de violencia
informen a su red de apoyo las situaciones que les hacen sentir acosadas o
abusadas.
Desde la primera infancia, como progenitores o tutores, tenemos la
responsabilidad de enseñarles a decir NO cuando alguien intente tocar su
cuerpo y mantenernos con los canales de comunicación abiertos para que se
sientan en la confianza de contarnos sobre cualquier hecho que les haya
sucedido.
Creerles, apoyarles, denunciar a los agresores y buscar asistencia psicológica
segura es vital para el sano desarrollo de los infantes en situación de abusos.
Esperamos que la justicia sanciones como merece al agresor de estas
menores, para así crear precedentes que dificulten u obstaculicen a otros con
iguales intenciones malignas en encubrirse en una carrera digna, en la que
seguramente fue nombrado para contribuir a mejorar el bienestar de todos los
estudiantes.
De su lado, los centros educativos deben depurar rigurosamente al personal
seleccionado y supervisar más eficientemente sus labores cotidianas, dada las
consecuencias que pueden generar su inconducta, como el caso tratado en
este espacio de promoción de paz.
Y es que, los niños, niñas y adolescentes merecen ser educados en espacios
escolares seguros y respetuosos, que les garanticen una sana e integral
formación en valores y en derechos, erradicando todo aquello que resulte
dañino a su desarrollo.
Entre las consecuencias que suelen generar el abuso infantil está la ansiedad,
miedo, insomnios, vergüenza, baja autoestima y reducido rendimiento escolar.
En definitiva, nuestros infantes merecen siempre ser amados, cuidados y
protegidos de todo tipo de malos tratos y convivir en paz.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.
@Yanira_Fondeur