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Junio: Grandes fiestas de nuestra Iglesia
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Por Leonor Asilis
Rincón Digital
Aún no termina junio y ya hemos celebrado grandes fiestas. Hoy nos limitaremos a las más cercanas, al Sagrado Corazón de Jesús y a la Solemnidad de San Pedro y San Pablo que también se le dedica al Papa.
Sagrado Corazón de Jesús
Iniciamos nuestra meditación con la que celebraremos este viernes, el Sagrado Corazón de Jesús. Y es que es tan grande y profundo pues encierra en su interior a todos los corazones de la humanidad por quienes por amor sufrió lo inenarrable física y espiritualmente hasta morir en una cruz.
Y es que su sagrado corazón está impregnado del Amor infinito, del que es capaz de transformar de forma radical y feliz a todo el que le es próximo, con las particularidades especiales de que no es excluyente, por el contrario nos ama a todos sin condiciones y nos espera continuamente, a cada momento para colmarnos de su amor.
El corazón de Jesús es infinitamente compasivo, como vemos en las bellas páginas del Evangelio y en nuestra propia vida. Sólo basta conocerle, interesarse por Él, por corresponder a su amor. La mejor forma de honrarlo es contemplarlo, amarlo e imitarlo.
Su imagen nos recuerda el núcleo central de nuestra fe: todo lo que Dios nos ama con su Corazón y todo lo que nosotros, por tanto, le debemos amar. Jesús tiene un Corazón que ama sin medida. Y tanto nos ama, que sufre cuando su inmenso amor no es correspondido.
Todos los días podemos acercarnos a Jesús o alejarnos de Él. De nosotros depende, ya que Él siempre nos está esperando y amando.
Luego de alabarle, agradecerle todo cuanto ha hecho y hace por nosotros pidámosle que bendiga a nuestro país, la República Dominicana, que custodie nuestra fe, que nos proteja de tantas acechanzas contra nuestras familias a través de la nociva ideología de género, el impedimento que quieren poner en la lectura de la biblia a los estudiantes, también del ataque feroz contra nuestra imagen que pretende ahuyentar a los turistas, asimismo pacifica nuestro ambiente político, preserva nuestra democracia.
Ayúdanos a cumplir fielmente nuestros deberes, y participa de nuestras alegrías y angustias, de nuestras esperanzas y dudas, de nuestro trabajo y de nuestras diversiones pero sobretodo ayudamos a ser misioneros de tu gran amor.
Solemnidad de San Pedro y San Pablo
La Iglesia celebrará el 29 de junio la Solemnidad de San Pedro y San Pablo. No olvidemos que a estos dos grandes apóstoles se les considera las columnas de la Iglesia, y no es para menos.
Empecemos por el primero, San Pedro, a quien Jesús le dijo que era la roca sobre la cual edificaría su Iglesia. Y es que Pedro, era siempre el primero en todo, el más decidido siempre. De ser simple pescador, Jesús lo convertiría en pescador de hombres y cuya misión se ha perpetuado en los Papas a través del tiempo.
Veamos el origen de la palabra Papa que viene del latín y está compuesta por las iniciales que reseño a continuación: P P-etrus (Pedro); A Apostolicis (Apóstol); P Potestatum (Tiene potestad, autoridad); A Accipiens (Que tiene acceso).
Es decir, que Papa significa que tiene acceso y autoridad del Apóstol Pedro. Mucho podemos abundar sobre la figura apasionada de Pedro, sin embargo, me fijo en una: su debilidad. Él, quien siempre fue el más resuelto y dinámico entre los apóstoles, negó al Maestro. En otras palabras, flaqueó, fue cobarde. Pero Jesús, posteriormente y en su misericordia, con sólo una mirada llena de amor le confirmó en su amor.
Con este hecho, recordó Pedro su traición y lloró amargamente. Cuenta la tradición que de tanto llorar le surgieron dos grandes surcos debajo de los ojos. Sin embargo, aceptó el amor y el perdón para su salvación. Así es Dios. Dios es amor y misericordia. Siempre nos acoge y nunca nos rechaza. Podría alguno preguntar, y entonces qué le pasó a Judas?
Sencillamente, no aceptó el perdón de Dios. Se desesperó, se ahorcó y a sus pies las treinta monedas. Seamos como Pedro aceptando siempre el amor de Dios. Fijémonos ahora en San Pablo, otro gigante de la Iglesia. De perseguidor de los cristianos a perseguido por ser cristiano. Pablo fue conquistado por la gracia divina en el camino de Damasco.
Después de encontrarse con Jesús en su camino, se entregó sin reservas a la causa del Evangelio. Gracias a la gracia de Dios en él, fue apóstol de los gentiles. Intrépido y audaz, sabio y humilde, persistente y tenaz, nos legó en sus bellas cartas, lecciones de lo alto, inspiraciones divinas, legado eterno y ruta segura en la búsqueda de la santidad.
Por la fe, también él derramaría un día su sangre precisamente en este lugar, uniendo para siempre su nombre al de Pedro en la historia de la Roma cristiana. Hago acopio apenas de una de sus sentencias que cobran cada día mayor vigencia “Predica la palabra, insiste a tiempo y a destiempo”.
Termino estas palabras con el deseo inmenso de que sigamos su ejemplo en la custodia y defensa de la fe pidiéndoles su intercesión por preservar la pureza de nuestra fe y que seamos como ustedes, grandes apóstoles del Reino de Jesús que vivieron y murieron por la extensión de su reino.
Asimismo les extiendo una invitación que nuestros Obispos nos hacen (a través de la Oficina de Prensa Conferencia Del Episcopado Dominicano) para que participemos con ellos en la celebración de esta Solemnidad de San Pedro y San Pablo el domingo 30 de junio a las 5:00 pm en la Catedral de Santo Domingo. (Se celebra conjuntamente el día del Papa, por ser Vicario de Cristo en la línea de sucesión de San Pedro).
Todos estamos invitados!