La Asertividad
Alliett Ortega
Desde mi Perspectiva
Desde mi perspectiva hablaremos de un término que casi todo el mundo ha escuchado alguna vez el término asertividad, coloquialmente el hecho de ser más asertivo suele entenderse como ser más capaz de decir que no a los demás, ser más exigente y saber imponerse. La asertividad es una habilidad social que poseen ciertos individuos de comunicar y defender sus propios derechos e ideas de manera adecuada y respetando las de los demás, viene del latín assertus, que denota una afirmación sobre la certeza de algo. Sin embargo, ser asertivo es mucho más que todo eso, es una habilidad social, una forma de comunicarnos más satisfactoriamente con los demás, Castanyer la define como “la capacidad de autoafirmar los propios derechos sin dejarse manipular y sin manipular a los demás”. Básicamente ser asertivo consiste en ser capaz de expresar lo que siento, lo que deseo o lo que pienso, de un modo respetuoso con los demás y valorando las consecuencias de lo que voy a decir a otros. De manera que no debe confundirse ser asertivo con ser egoísta, pensar sólo en uno mismo o ser poco humano o considerado con los demás. La conducta asertiva, es una conducta responsable y que se basa en el respeto.
Desarrollar un estilo de comunicación asertiva será útil y funcional para hacer valer nuestros derechos, manejar conflictos, conducir situaciones de negociación con habilidad, establecer y mantener conversaciones con diferentes personas y en diferentes contextos; asimismo favorecerá el proceso de tomar decisiones, solicitar cambios de conducta en otras personas, ser directo con lo que se quiere expresar sin ofender y asumir riesgos calculados.
Un requisito para lograr ser asertivo, es desarrollar la empatía porque implica ponerse en el lugar del otro para entender sus razonamientos y conductas, indispensable para poner en práctica el asertividad. Por lo tanto, no es posible ser asertivo si no existe un interés genuino por el otro. Y es que se considera que una persona sin asertividad se vuelve ineficaz socialmente porque no logra comunicar lo que quiere adecuadamente, por otra parte, ser asertivo no necesariamente significa tener la razón, una persona asertiva es aquella que sabe que puede estar equivocada, pero mantiene la calma, y es capaz de escuchar otros puntos de vista para poder llegar a un mejor entendimiento de la situación.
La asertividad parte de la premisa de que todos tenemos unos derechos asertivos, veamos algunos de ellos:
- Derecho a cometer errores y a equivocarnos.
- Derecho a aceptar los sentimientos propios o ajenos.
- Derecho a tener nuestras propias opiniones, creencias y convencimientos.
- Derecho a criticar y protestar por un trato injusto.
- Derecho a reprochar el comportamiento de otros
- Derecho a interrumpir y pedir una aclaración.
- Derecho a intentar un cambio.
- Derecho a ignorar a los demás.
- Derecho a decir “no”.
- Derecho a no responsabilizarnos de los problemas de otros.
- Derecho a cambiar lo que no nos resulta satisfactorio.
- Derecho a responder, o no hacerlo.
En el ámbito laboral la falta de confianza en uno mismo y la dificultad para encontrar el momento y la forma para decirle a un jefe o a un subordinado lo que pensamos o lo que esperamos de ellos son experiencias muy frecuentes, la falta de asertividad es una importante fuente de frustración en las empresas y está en el origen de graves problemas de comunicación. Cuando nos enfrentamos a situaciones en las que resulta imprescindible manifestar nuestra posición, a menudo recurrimos a formas de expresión excesivamente agresivas que anulan nuestro mensaje y generan emociones negativas en los demás (miedo, ansiedad, enfado, etc.) e incluso en nosotros mismos (culpa, tristeza, etc.). En otras ocasiones puede que acabemos por callar ante el temor de provocar un conflicto indeseado. Ambos tipos de respuesta, la agresiva y la pasiva, generan más tensión en la persona y contribuyen a incrementar el estrés relacionado con el trabajo. Las respuestas poco asertivas en el trabajo incluso pueden relacionarse con lo que se conoce como síndrome de burnout o síndrome del profesional quemado, tema del cual conversamos hace un año. Por lo tanto, una forma de prevenir el estrés y ganar en satisfacción laboral, es cultivar unas relaciones más asertivas en nuestro entorno profesional, ya sea con subordinados, supervisores, compañeros, clientes o proveedores.
Desde mi perspectiva te doy algunos consejos para que aprendamos a relacionarnos de forma asertiva son, por citar algunos, enfrentarse el problema, no a la persona; tratar lo especifico, no lo general; no dar excesivas explicaciones; no disculparse más de lo necesario; no juzgar a los demás o a uno mismo por quien se es; ser empático y saber reconocer virtudes y defectos. Hasta una próxima entrega.