La asertividad para un mundo mejor
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
Hace unos días mi hijo Enrique, que cursa su último trimestre de la universidad, me expresó que debíahacer una práctica virtual con una compañera de aula, con el propósito de que entendieraasertivamente el uso obligatorio de las mascarillas protectoras en este tiempo de coronavirus.
Como él no tenía idea de cómo lo haría, le sugerí que lo primero que debía hacer era buscar el significado de la palabra asertividad.
Así procedió y reflexionando sobre su contenido llegó a una importante conclusión que expresó en voz alta: “Wao Mami, pero si todas las personas fueran asertivas viviríamos en un mejor mundo”.
Confieso que su rápida reflexión me llenó de alegría, en razón de que estaba convencido de lo importante de esta habilidad social, que consiste básicamente en plantear nuestras ideas en forma clara y directa, sin menospreciar o herir los sentimientos de los demás y cree que definitivamente tendríamos mejores relaciones familiares, mejores sociedades y una mejor humanidad si todos empleáramos esta herramienta.
Sentí satisfacción por el método práctico empleado por el centro de estudios universitarios, que insiste en enseñar a sus estudiantes asimilar realmente lo aprendido mediante dinámicas prácticas, para que los jóvenes puedan fijar mejor lo aprendido y no quedarse en la mera teoría.
La asertividad ha de fomentarse desde la más temprana edad y para ello como padres, madres o tutores debemos predicar con el ejemplo, educando en el respeto, buena escucha, rechazo a todo tipo de violencia, fomento de la autoestima y enseñarles a expresar sus sentimientos y emociones en forma clara, natural en el momento apropiado.
En estos tiempos de la pandemia del coronavirus, que nos mantiene distanciados socialmente, pero muy conectados a través de las redes sociales, observamos como la pasión nubla la razón de algunas personas que denigran a otras conasombrosa ligereza y por motivos insignificantes.
Sabemos muy bien que, no compartir las mismasideas que los demás no nos dan derecho a desmeritarlos o a burlarnos públicamente. Debemos recordar que nuestros comportamientos dejan huellas digitales que muestran a los demás nuestra personalidad, forma de pensar y sentir.
Entiendo que, quienes se acostumbran a criticar en demasía y a no aportar, hacen un flaco servicio a la sociedad, además de revelar la escasa capacidad asertiva que tienen para establecer una comunicación, sin llegar a agredir verbalmente a quienes puedan diferir de sus criterios.
En la medida en que seamos capaces de mejorar nuestra comunicación asertiva, controlaremos mejor el estrés, las emociones y las decisiones que debamos adoptar, también optimizaremos las habilidades sociales y ganaremos el respeto de los demás, todo lo cual nos permite convivir más en paz y contribuir a construir un mejor mundo.
Concluyo con una frase asertiva de una mujer inspiradora como lo es Michelle Obama: “Una de las lecciones con la que crecí fue la de mantenerme fiel a mí misma y nunca permitir que lo que otros digan me distraiga de mis metas”.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.
@Yanira_Fondeur