La crueldad de los recientes feminicidios

Yanira Fondeur

Promoviendo la Paz

La violencia machista en nuestro querido país no da tregua, dar lectura a cada feminicidio estremece el alma debido a la atrocidad con que los mismos se están cometiendo en los últimos meses.

Johany Pinales García, con apenas 24 años, se convirtió en la víctima número 37 de los asesinatos que registra la Fundación Vida Sin Violencia en lo que va del año, según la recopilación que hacemos de los medios de comunicación.

Insisto en que no se trata de un número frio más, sino de una joven que llegó a pensar que su pareja le amaba y le respetaría, pero que terminó su verdugo truncándole sus sueños y su derecho a una vida libre de todo tipo de malos tratos.

A su agresor, con el que había procreado un bebé de apenas unos días, no le importó que su víctima acaba de dar a luz a través de una cesárea un hijo y le propinó una golpiza tan brutal, que según informaciones de los medios le provocó hospitalizarla y posteriormente murió.

El trágico hecho ocurrió en el sector Los Girasoles del Distrito Nacional y los familiares  de la joven reclaman justicia contra el agresor que tan pronto cometió el hecho emprendió la huida con el bebé.

Bien sabemos la sensibilidad emocional de las mujeres al momento de dar a luz, tiempo en la cual necesita mucho del apoyo de su red familiar para curar y conjuntamente lactar y mantener bajo cuidado y protección a su criatura.

Cabe cuestionarnos qué está motivando a los hombres a asesinar a sus parejas con tanta saña y crueldad? Recordemos solo dos casos ocurridos este año, el de Marleni Burgos obligada por su pareja a enviarle una nota de voz despidiendose de su mamá, momentos antes de inferirle varias puñaladas o el de Eduarda Díaz, cuyo cuerpo fue mutilado y colocado en varias fundas plasticas, dejando ambas tres niños en la orfandad.

Como ellas muchas otras mujeres son hospitalizadas a diario por la violencia que reciben.

Entendemos que urge detenernos a estudiar psicológicamente esa conducta atroz machista reciente, cuyos autores despiadadamente maltratan a sus parejas con tanta maldad que, deja pensar la carencia total de humanidad hacia seres humanos indefensos, muchas de las cuales fueron madres de sus hijos, los cuales sufrirán también esa tragedia.

El silencio de las víctimas en muchas ocasiones termina con sus muertes, por lo que siempre insistimos en mantener una red de apoyo ya sea de vecinos, familiares o amistades.

Los feminicidios son una realidad indignante y penosa, que como sociedad jamás podemos aceptar, porque la violencia contra las mujeres constituye un crimen que puede ser prevenido.

Los conflictos  no tienen por qué culminar en violencia. Como sociedad sociedad necesitamos de relacionarnos con más respeto, empatía, igualdad, justicia y paz.

La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia

@Yanira_Fondeur