La educación y el lenguaje soez de algunos “influencers”
Iranna Flaviá Luciano
Pienso y Luego Escribo
Soy lectora ferviente de frases célebres, y estudiando recientemente a Confucio, leí sobre la educación una frase muy impactante y que marca un antes y un después.
Esta frase dice que “la educación hace que seamos diferentes y que nos alejemos”
Digo que esta frase es realmente relevante, porque en un mundo conformado con personas de tantos matices tenemos que reflexionar sobre esto.
Cuando dice en la parte que nos hace diferentes, es porque nunca será igual un individuo que está debidamente educado a uno que no lo está.
Y que nos alejemos, quiere decir que por más que insistamos en compartir con sujetos de todos los estratos sociales, es difícil coincidir con aquellas que en su haber se valen del lenguaje soez.
Ni los millones hacen que un ser humano sea propietario del recurso más preciado, la educación, cuando la formación, las buenas normas y el saber vivir adecuadamente en la sociedad nos distinguen.
Las redes sociales se prestan para todo tipo de exposiciones, que aunque se tiene cierto tipo de libertad más no libertinaje de publicar ciertos contenidos, dice mucho de quien los crea.
Se puede observar que se pierde en muchos que publican contenidos de manera influenciadora la parte del pudor.
El pudor no solamente tiene que ver con cubrirse, con no mostrar, tiene que ver con la parte de la preservación de la integridad, de la dignidad, con la decencia y la verguenza.
Es difícil ver como hoy en día son muchos los que siguen contenidos que dejan mucho que desear, no se sabe que es lo que pasa por la mente de ese colectivo consumidor.
Porque lo simple, lo sutil, lo educado, lo bien estructurado, lo respetable ya ha pasado a un segundo plano, y no forma parte de un bien preciado.
Las malas palabras, las groserías, lo descompuesto, la sobreexposición, ha pasado a ser apetecible y deseable.
Hace falta una revisión bien detallada de los valores que se están inculcando en los hogares, y lo que se está permitiendo.
Porque somos permisibles, cuando nos comentan sobre cualquier post y lo vemos como algo normal y le celebramos los chistes; cuando seguimos personas que no ameritan ni el mínimo de atención por su comportamiento, más si para los profesionales de la salud mental prestar ojo a su conducta.
El futuro de nuestros hijos ha de ser saneado, si queremos lograr de ellos seres humanos instruidos.
Bloquear siempre lo que no está bien hasta desaparecerlo, no pertenecer a comunidades de personas porque lo que no está bien no lo estará ni en cien años.
No dejarse convencer de que son víctimas de la vida estos influencers que tienen este tipo de lenguaje, cuando lo que buscan es entrar en nuestras mentes y en nuestros hogares, para poder ocupar un pequeño espacio de nuestro tiempo.
Quien se junta con cojos al año cojea, buena frase, porque si estamos siguiendo a determinadas personas es lo que en un futuro e inconscientemente estaremos haciendo o diciendo.
La educación siempre ha de mantenernos en un punto que nos sirva de barrera y de blindaje para que rechacemos ciertos tipos de contenido, pero para esta buena base tenemos que instruir y nunca cansarnos.
Pienso y Luego Escribo: Me expreso según existo.