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La Gerencia de La Felicidad
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Desde mi Perspectiva
Alliett Ortega
En desde mi perspectiva quiero hablarles de como afrontar los temas anteriores, como las organizaciones pueden enfrentar el Mobbing Laboral, y el Burnout o ‘’trabajador quemado’’, en las organizaciones más que nunca se hace imprescindible crear un ambiente laboral que tenga la función de impulsar la eficiencia, y eficacia de las organizaciones, y es que el modelo que todos conocemos y/0 que hemos padecido en donde el jefe es una figura inalcanzable y temida, con la que lo último que se nos ocurriría es ‘comunicar’ ya es más que obsoleto.
Ante esto, como una nueva tendencia nace un nuevo paradigma organizacional, la Gerencia de la Felicidad, esquema inclusivo, que mira a los empleados como personas que necesitan disfrutar sus labores para crecer y como camino está la motivación y crear experiencias de trabajo maravillosas, y es que si los empleados “viven” más tiempo en la oficina que en la casa, es necesario que estén contentos en dicho ambiente para trabajar mejor.
La Gerencia de la Felicidad tiene como objetivo primordial considerar los empleados primero como personas, individuos, que merecen disfrutar de su trabajo y del ambiente en el cual son llamados a ejercer sus funciones, sin perder de vista sus necesidades de crecer. La finalidad de este nuevo enfoque es impulsar la eficiencia de las personas al máximo nivel con el mismo desgaste psico-físico-emocional.
Y es que todos de una u otra forma somos reflejos de quienes nos dirigen, y trabajar en un ambiente donde la sinergia y buen clima laboral son las bases de las relaciones tanto jerárquicas como entre compañeros, lo cual es la base principal que puede alimentar el éxito en una organización, y la cohesión de todos estos componentes del ‘’sistema’’ hacia las metas estratégicas de la organización misma. El punto más importante de generación de felicidad en los colaboradores es el jefe o supervisor. Este tiene que estar alineado al concepto de que las personas son lo más importante en una organización. El jefe tiene un deber ético con su equipo de trabajo.
La premisa básica es que un trabajador feliz es un trabajador motivado, y con ello más productivo y comprometido con la organización, no es una suposición o algo que digamos por decir. La ciencia lo ha medido y lo ha comprobado, de hecho un reciente estudio señala que las personas felices son un 12% más productiva.
La Gerencia de la Felicidad replantea de manera dramática los viejos conceptos de la denominada “Gestión Humana” en el interior de la organización. Ya no se trata de cabalgar sobre los viejos conceptos de la calidad apalancados en sofisticados datos numéricos que dejan por fuera indicadores de carácter humano. Hoy, los temas de satisfacción, compromiso, facilidades para la gestión, ocupan lugares relevantes. Según investigaciones, la gente renuncia a sus trabajos por la mala gestión de sus jefes.
No puede haber eficiencia ni eficacia de gestión si el trabajador opera en un ambiente hostil, en el que campea la agresividad y en el que el funcionario llega todos los días a trabajar a la defensiva.
La felicidad como concepto se trata ciertamente de un término de difícil definición, ya que es altamente subjetiva. Lo que para unas personas puede ser felicidad, no es necesariamente lo mismo para otra. Debemos dejar de lado el concepto prehistórico de tratar a los humanos como recursos o capital, es hora de innovar liderando el talento para generar una experiencia de trabajo maravillosa.
En resumen, la Gerencia de la Felicidad debe trabajar en la organización en los siguientes aspectos:
- Diseñar e implementar iniciativas de motivación.
- Fomentar el respeto en el ámbito laboral.
- Desarrollar canales de comunicación con los empleados.
- Atender las inquietudes de cada miembro del equipo.
- Promover un ambiente laboral tendiente a evitar el estrés.
- Infundir optimismo y sentido de pertenencia entre los empleados.
- Trabajar en iniciativas que tiendan a trasladar la percepción de “empresa feliz” a sus clientes.
Y es que el talento es parte del ADN de cada persona, y como líderes debemos poner el foco en identificarlo y desarrollarlo para construir y sostener un proyecto de largo plazo como sociedad. El foco es la gente de la organización. Entender una cosa que las altas gerencias tienen la dañina tendencia de olvidar: ¡son personas!
La felicidad también consiste en la capacidad de resiliencia: afrontar dificultades y sobreponerse a ellas. Entender que uno es quien escribe su propio libro y es quien condiciona positiva o negativamente a todo su entorno. Hasta una próxima entrega.