La Bienal Internacional de Arquitectura y Urbanismo de República Dominicana premia la
La humildad reflejada en el proceso electoral
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
Consolidar la democracia en los procesos electorales es una aspiración colectiva que se genera a través de una excelente planificación del mismo por la institución que organiza las elecciones, donde impere la justicia, equidad, respeto y la paz social.
En esta recien celebrada elecciones me detengo a destacar dos aspectos que entiendo reflejan la virtud de la humildad, una virtud que engradece a los seres humanos, manifestadas en la mayor sensibilidad, cercanía y empatía de los actores del proceso.
Me refiero primero a la reflejada por el presidente de la Junta Central Electoral, magistrado Román Jáquez Liriano, quien en su mensaje a la nación, previo a emitir el primer boletín de los resultados, no sólo se limitó a dar gracias a la ciudadanía por su civismo y a los observadores nacionales e internacionales en su misión, sino que destacó la entrega en «cuerpo y alma» de todo el personal de la institución diseminado en el país.
Al parecer, mucho toma en cuenta el presidente de la JCE el destacado provervio africano que dice «Si quieres ir rápido ve solo y si quieres llegar lejos trabaja en equipo».
Otro momento de humildad del proceso lo constituyen las llamadas telefónicas que les hicieron los candidatos presidenciales de la oposición Abel Martínez y el ex presidente Leonel Fernández al presidente Luis Abinader Corona por su reelección, felicitándole y deseándole éxitos.
Esas comunicaciones son manifestaciones significativas que muestran además de la humildad de los contendientes perdedores, su calidad humana como líderes políticos que saben que el país está por encima de los proyectos personales y de partidos.
Desde este espacio de promoción de la paz insistimos en destacar que la humildad es una virtud que nunca debemos perder y mucho menos cuando nos encontramos en espacios de poder que son pasajeros ya que como todo en la vida llegan a su fin.
Accionar como personas humildes nos ayuda ser objetivos con los hechos, a no creernos más superiores que nadie, a entender que podemos cometer errores y tenemos derecho a enmendarlos, a compartir los logros con el equipo que nos acompaña y abrazar las diferencias con nuestros competidores, todo lo cual fomenta las relaciones sanas y positivas.
La sencillez debe prevalecer para cuando se llegue a la victoria invitar a los demás a unirse y en el caso de la derrota, reconocerla y asimilar el aprendizaje para seguir fortaleciendo la misión futura.
Tan simple es la humildad que, cuando a sabiendas de ejercer una posición privilegiada vemos como se cumplen las normas que a los demás se les imponen, como el de hacer las filas para esperar el turno que le corresponde.
En este caso, destaco que el Ministro de Turismo, David Collado, hizo la fila de los votantes como un ciudadano más, en pleno sol y con un calor agotador, ofreciendo el ejemplo de ser un ciudadano común que ejerció su deber del sufragio.
En definitiva, accionar con modestia nos convierte en mejores seres humanos y puede ser un motor inspirador para quienes nos rodean y multipliquen acciones similares.
Invitamos a actuar con humildad siempre y a convivir con mayor paz.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.
@Yanira_Fondeur