La Razón: 5 libros para recordar a Carlos Fuentes a ocho años de su muerte
Carlos Fuentes Macías (Panamá, 11 de noviembre, 1928- Ciudad de México, 15 de mayo, 2012): ocho años sin la presencia física del autor de Aura. Estamos seguros, que estaría escribiendo artículos periodísticos en contra de Donald Trump como lo hizo en su momento en oposición a George W. Bush. Cuánta falta nos hacen sus comentarios sobre la realidad mexicana. Su nombre aparecía todos los años en la lista de los candidatos finalistas al Premio Nobel de Literatura.
Cultivador del tema fantástico en sus primeros libros: Los días enmascarados (1954), preámbulo de la novela breve Aura (1962) hasta el cauce de Cantar de ciegos (1964): peregrinaje a través de una geografía en que los espejismos se hacen cómplices de los anhelos del hombre. “La tensión trágica presente en estas primeras publicaciones surge del desengaño ante la inocencia o el deseo íntimo de libertad”, apuntó el crítico peruano José Miguel Oviedo en un pasaje de Historia de la literatura hispanoamericana (1997).
Novelista de pulso sorprendente en el afán de describir matices sugerentes de la sociedad mexicana. Apelación a ‘métodos experimentales’ (Joyce, Woolf…) para develar procesiones fantástica y de turbación en el “designio de confrontar y analizar el pasado mexicano con la actualidad” (Oviedo).
La Ciudad de México, protagonista de la novela que lo inscribe como un pionero del boom, La región más transparente (1958): relato que articula lo diacrónico con lo sincrónico en el empalme de episodios diversos de la gran metrópolis (Distrito Federal) / Recurrencia a elementos simbólicos en La muerte de Artemio Cruz (1962) desde alegorías al México posrevolucionario. Ambicioso proyecto narrativo sustentado en mudanzas temporales y espaciales a través de propuestas técnicas muy sugestivas.
Cambio de piel (1967) —Premio Biblioteca Breve—, para los críticos su novela más lograda, aborda la decadencia en los incidentes de un viaje en coche de cuatro personajes de Ciudad de México a Cholula. Impresionantes los pasajes abstractos de una pirámide que se derrumba sobre los protagonistas. / Fuentes logra esplendores en Terra nostra (1975): prosa de tensión abrasadora que reinventa la fabulación en una crónica rebosada y deslumbrante que va de la mitología cosmogónica a la Roma de Tiberio en la concepción de coordenadas de ficción que asimismo cuestionan la noción novelística. Uno de los grandes momentos de la literatura hispanoamericana contemporánea recompensado con el Premio Xavier Villaurrutia (1976) y el Premio Rómulo Gallegos (1977).
Otras novelas abordan la búsqueda de las relaciones de identidad entre América y Europa y las invocaciones de lo primigenio, los orígenes y sus devastaciones. Destaca la publicación de La cabeza de hidra (1978) y Cristóbal Nonato (1987) donde vemos a un Fuentes en apelación de técnicas vanguardistas (monologo interior de Joyce, objetivismo…).
No olvidar su incursión en el ensayo (Tiempo mexicano, 1971; La gran novela latinoamericana, 2011…) ni tampoco su interés por el teatro (El tuerto es rey, 1970; Todos los gatos son pardos, 1970). De manera póstuma se han publicado dos sugerentes novelas: Federico en su balcón (2012) y Aquiles o El guerrillero y el asesino (2016). Carlos Fuentes y su incitadora cordialidad entre nosotros. Ocho años de la muerte de uno de los pensadores más intranquilos y trascendentes de la cultura hispánica.
A ocho años de su fallecimiento La Razón recomienda cinco libros imprescindibles de Carlos Fuentes:
- Aura (1962)
- Terra nostra (1975)
- La gran novela latinoamericana (2011)
4. En esto creo (2002)
5. Aviva voz. Conferencias culturales (2019)
Fuente: La Razón México