La simulación
Iranna Flaviá Luciano
Pienso y Escribo
Vivimos en un mundo que tiene miles de millones de años de creado, no sabemos a ciencia cierta cuánto tienen los humanos, pero muchos miles de años si es seguro.
El ir y venir nunca ha sido un tema sencillo, el sobrevivir mucho menos, y así se forjan las mentalidades con ese quítate tú para ponerme yo.
Mi padre Guillermo Germán Flaviá fue un banquero que en vida tenía un gran sentido común, y una inteligencia muy poco vista, sabía leer entre líneas y tenía un gran olfato.
También se distinguía por ser un hombre muy sentimental, chapado a la antigua, de muchos amigos y popular, muy conocido en su entorno, distinguido como el mejor empleado en varias ocasiones, y de gran agudeza emocional.
Para muchos es un arte leer los rostros, y poder interpretar más allá de una sonrisa fingida, de una palabra entrecortada o manipulada, de un comentario sin pedirlo, y de una mirada que no se mantiene fija porque devela la realidad.
Hay un tema que es muy preciso y al cual deberíamos de prestar mucha atención en todo momento, y es al corazón, cuando te animas a entenderlo, a saber que te comunica, y a interpretar más allá de las palabras.
Lo cierto es queridos lectores, que la simulación acompaña el día a día de todo el ser humano, en cada esquina personas con agendas disfrazadas, y acciones en procura de detectar el lado débil para saber donde atacar.
Pero me pregunto, esas personas que se arman para atacarte a qué responden, a qué parte de la supervivencia están haciéndole frente?
Decía Napoleón Bonaparte, y lo cito porque es uno de mis favoritos Que hay cuatro cosas que ponen al hombre en acción: El interés, el amor, el miedo y la fe.
Creo en lo más profundo de mi corazón que una persona que entiende que ataca el punto débil del otro, a lo que está respondiendo instintivamente es a su miedo, en algún sentido se siente amenazado o desplazado.
Para querer mejores cosas tanto para nosotros mismos como para la sociedad, lo que se necesitan son personas capaces de lograr por sí mismas aquellas cosas que otros no pueden.
Cuando nos dedicamos a crecer no nos dedicamos a ver el de al lado, estamos tan entretenidos en nuestra vida, estamos inmersos en nuestra evolución, más bien en nuestros logros.
Que difícil es la vida para aquellos que la simulación está a la orden del día con varios papeles: Como salvador, como colaborador, como amigo, como compañero y bonachón, cuando por detrás no hace más que hacer y deshacer.
El sentido más común de todos te habla en esos momentos. Todo sirve en el mundo, porque si los detractores no nos muestran sus armas, como sabríamos como defendernos.
Pienso y Escribo: La simulación y el interés se fueron un día al campo, más pudo la simulación que el interés que un día tuviera.