Las energías, su poder

Laura Saint-Hilaire
Buzón de mis Reflexiones 

La energía adopta distintas definiciones, dependiendo de la forma en la que esta sea empleada. En esta ocasión vinculamos la energía con la percepción que recibe cada individuo de otros.

Nuestros andares por el transcurso de la vida, nos llevan a relacionarnos en distintos ámbitos sociales, no importa si la socialización con otras personas logre ser afable, familiar e incluso un lazo inquebrantable, pues en el origen de cada círculo social todas las primeras impresiones son basadas en el flujo de las energías.

El flujo de las energías se basa en la manera en la que nos proyectamos ante los demás y la forma en la que somos recibidos. Sin embargo; no siempre vas a reflejar un mismo lenguaje energético a todas las personas, pues las energías de ellos también influyen al momento de ser receptores; por lo tanto el ser poseedores de una energía positiva o negativa no es tan sencillo sino se logra hablar en el mismo equilibrio emocional.

Un ejemplo típico que nos ayude a comprender esto sería el siguiente: un evento social en donde te presenten a otras personas, antes de que suceda la introducción verbal a dicho momento queda expuesto en un primer plano el lenguaje no verbal o el lenguaje energético; si esta carta de presentación no te facilita la interacción verbal, pues es la respuesta a que no se movió ninguna sensación de chispa, positivismo y enganche con esta persona. Ahí determinamos si es alguien con quien conectamos de forma instantánea o simplemente su aura no permitió un contacto más directo. A esto popularmente se le conoce como energía positiva y energía negativa.

Otro ejemplo es cuando llegamos a un establecimiento público, reunión o celebración y sentimos cómo el ambiente se siente»pesado» o incómodo, sin ni siquiera haber tenido un acercamiento con alguien. Cabe destacar que asimilar este tipo de cosas depende en gran manera del aspecto emocional que manejemos, pues es lógico que si siempre estamos aburridos, sin ánimo y malhumorados así mismo se va a pintar nuestro alrededor.

Debido a los hemisferios cerebrales, todos poseemos principios femeninos y masculinos. El hemisferio izquierdo del cerebro se conoce como la parte masculina debido a que es lineal, sigue directivas, secuencial, estadistico, lógico y práctico; por otro lado el hemisferio derecho del cerebro se conoce como la parte femenina debido a que es curvilíneo, intuitivo, traza formas y patrones, trabaja desde las emociones, sentimientos y creatividad. Esto también comprende un estrecho lazo entre las energías femeninas y masculinas ya que estas son canalizadas de formas diferentes pero complementándose.

Las energías femeninas y masculinas en otras creencias denominadas como el ying y el yang, el bien y el mal, el blanco y el negro. Estas emanan del mismo sentir humano.

La energía masculina se basa en la dirección, presencia, libertad, monotarea y éxito. Mientras que la energía femenina se basa en el amor, fluir, emociones,compartir y llenarse.Todos nos complementamos de ambas, ya que no es una cuestión de identificación sexual; sino un patrón humano.

Más que basarnos en si alguien nos agrada o no por su aura, es preciso hacer mención de que nosotros le damos el color a la vida, elegimos cual asta del ventilador nos soplara con una buena o mala energía y atraemos lo que deseamos a nuestras vidas. Una muestra de que nosotros somos los que designamos energía a las cosas es la palabra «Dios» si la empleamos hacia el Dios del amor, nos sentiremos en un ambiente de paz y tranquilidad, mientras que si la empleamos hacia el Dios del inframundo tendrá una connotación negativa; cuando la palabra fundamental DIOS es neutra.

Todas las energías son beneficiosas, porque nos hacen evolucionar. Debemos aprender a interpretarlas para entender la magnitud de su poder en nuestro diario vivir y más aun agradecer cuando coincidimos con alguien que no encaja con nuestra energía es porque algún aprendizaje nos traerá y nos hará crecer. Es prudente respetar el manejo de los demás independientemente de su aura; pues las cosas positivas o negativas al fin de cuentas son relativas.

IG @laurasainthilaire