Trump cuestionó la respuesta de la torre de control en el accidente
Las madres de hoy
Promoviendo la Paz
Yanira Fondeur
El próximo domingo celebraremos el día de las madres, fecha oportuna para reflexionar sobre los desafíos que por esta gran bendición enfrentamos en un mundo muy distinto al que nacimos y nos criamos, en que convergen el stress, los antivalores, los malos tratos, lo material sobre lo espiritual y el poder de las redes, por tan solo mencionar de algunos que impactan.
La maternidad es un proceso en continuo desarrollo, que se manifiesta en las diferentes etapas de nuestros hijos e hijas, para lo cual no existe un manual que nos permita cumplirla a la perfección. Ese amor incondicional nos convierte en maestras, psicólogas, enfermeras, nutriólogas, conductoras, animadoras y decenas de funciones más que vamos dejando como legado.
Lo ideal sería que ser madre fuera una decisión pensada y madurada, pero aún no fuese el caso, siempre debemos asumirla con el mayor sentido de responsabilidad que podamos tener, teniendo en cuenta que primero debemos encontrar los que nos hace felices a nosotras, para luego poder trasmitir esa felicidad a nuestros descendientes.
La madre, al igual que los padres, debemos equilibrar entre lo profesional y lo familiar y uno de los principales retos de hoy día en nuestro rol de progenitores, está en la calidad del tiempo que debemos dedicarles.
El apoyo en las veladas de los colegios, en las clases particulares, en el estímulo de palabras que les animen a seguir adelante y desarrollar sus capacidades y dones, en disfrutar de sus sonrisas en juegos, en aplaudirles, en enseñarles a tener paciencia, a respetar y solidarizarse con los demás, a valorar los pequeños detalles, a manejar sus momentos de ira, a expresar sus ideas y emociones, sabiendo que pueden ser escuchados y comprendidos y sobretodo, en corregir sus inconductas sin maltratarlos, de una manera que les permita asumir un comportamiento diferente.
En un mundo convulsionado por los antivalores, desde muy temprana edad hay que dedicar tiempo a enseñarles a decir NO cuando alguien quiera tocar su cuerpo, NO cuando los inciten a pelear en su centro escolar, NO cuando del les sugieran burlarse de otro u otra, NO cuando en la adolescencia les inviten a probar alguna droga para encontrar más felicidad, N0 para disfrutar de letras de canciones que denigran a las mujeres e incitan a la violencia, NO para tener relaciones sexuales prematuras y sin protección, NO para pensar que varones y hembras no gozan de los mismos derechos de respeto e igualdad.
Tenemos que tener claro que brindando amor, con límites definidos, podemos cosechar hijos e hijas más seguros y con un desarrollo emocional estable.
Nuestras felicitaciones a todas las madres, extensivo a las que quisieron serlo y no pudieron, a las heroínas que levantan a sus familias con ejemplares y dignos esfuerzos, a las que sin ser parientes con amor educan los niños y niñas de otros, a las abuelitas que se dedican a criar y a todas las que ya no están, pero han dejado su legado en el corazón de sus seres queridos.
Me despido dando billones de gracias a Dios por permitirme la bendición de ser la madre de mis tesoros Laura, Pamela y Enrique, la hija de Nerva, una madre excepcionalmente amorosa, la nuera de doña Tatica que alegra mis días al manifestarme siempre su amor, la amiga, hermana, cuñada, prima y relacionada de tantas madres ejemplares. Felicidades!!!
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.