Las revueltas en Jordania ‘obligan’ a la reina Rania a dejar Instagram

Europa.- La reina Rania de Jornadania es muy activa en sus redes sociales, que nutre habitualmente atendiendo a las características de cada una. En ellas se define como «una madre y una esposa con un trabajo realmente cool», y se muestra diariamente tanto en su vida profesional como en instantes de su vida personal.

Aunque en Twitter  se revela una Rania más política, es en Instagram, la red más ‘frívola’ de todas, donde se encuentra en su salsa. Pero desde hace unos días la echan de menos. La reina no actualiza contenidos desde hace una semana. Donde antes había una incesante galería de looks, tendencias y retratos familiares, ahora no hay nada. La razón, al parecer, es la prudencia impuesta tras la dimisión del primer ministro de Jordania, provocada por una polémica reforma fiscal.

El rey Abdalá tuvo que cancelar un viaje oficial a principios de semana para aceptar la renuncia del diplomático Hani al Mulki. Obligado por los compromisos adquiridos con el Fondo Monetario Internacional, el diplomático había diseñado una nueva política de impuestos que la ciudadanía ha considerado muy agresiva.

Las revueltas se han sucedido durante todos estos días, recordando los momentos más amargos de la primavera árabe. Y la consecuencia más inmediata (en términos de frivolidad) es la desaparición estratégica de Rania del Instagram donde suele marcar tendencias.

En Twitter la esposa del rey Abdalá se limita desde hace días a retuitear los mensajes institucionales que está enviando el monarca a la población para calmar la indignación general. También posee perfiles en Facebook, donde le siguen más de un millón de fans, y en Youtube, desde donde apuesta por mostrar la realidad del mundo árabe para tratar de eliminar los estereotipos que pesan sobre esta cultura. Ninguno se está actualizando.

El alto perfil de la reina jordana a la hora de vestir y seguir las tendencias de moda la han hecho aparecer año tras año en las listas de las mujeres mejor vestidas. Pero también ha propiciado cierto malestar entre la población jordana, ante lo que consideran ostentación y derroche. Ahora, cuando pretendían subir los impuestos para sufragar la ayuda internacional, no era buen momento para volver sobre ello.

Fuente: El Confidencial