Lo primero es valorarnos
Promoviendo la Paz
Yanira Fondeur
Recientemente estuvo en el país el escritor, coach y conferencista estadounidense John Maxwell, quien expresó al público que lo más importante es valorarse a sí mismo para poder agregar valor a otro.
Ante éste planteamiento tan racional y puntual pensé en María (nombre ficticio), una mujer de 49 años y madre de tres hijos, con angustia reflejada en su rostro, que conocí recientemente buscando trabajar en el área doméstica.
“Necesito trabajar, ya no aguanto más la forma en que vivimos, mi esposo es ingeniero y le va bien, pero me tiene la casita llena de tiestos y a mi hija adolescente le da vergüenza invitar a sus amigas”, me expresó.
Acto seguida continuó expresando “él tiene de bueno que nos da para comer y paga el colegio, pero nos habla muy mal, los niños les tienen miedo y cuando le digo que voy a buscar un empleo, me dice que para qué, que quién cuidará de los muchachos, porque es tan machista que sí yo no lo llevo al colegio se quedan sin ir a clase, la única responsable de que hagan las tareas soy yo, porque él dice que no tiene que ver con eso”.
María sueña con vivir en una casa con dignidad, sueña con poder tener un ingreso económico para poder comprarles ropa a sus hijos, sueña con que su esposo la respete y no la menosprecie constantemente, actitud que responde con silencio y dolor.
Sus aspiraciones son coartadas por su pareja de hace 15 años, sumergiéndose en una realidad que no quiere seguir, pero que teme salir.
Este caso es sólo una muestra de la violencia intrafamiliar que viven muchas mujeres en nuestra nación, en la que el miedo a su agresor la mantiene paralizada. Quedó en informar a su esposo su deseo de iniciar el trabajo, sin embargo jamás se comunicó con quien la emplearía.
Retomando la frase del escritor estadounidense es preciso reconocernos como seres con un valor extraordinario, especiales, con fortalezas y debilidades que merecemos respeto, ser escuchadas, tener libertad de expresión, espacio para compartir con amistades y familiares, que constituyan una buena red de apoyo.
Si aspiramos a promover acciones de paz para fomentar la sana convivencia, debemos empezar desde el hogar apoyando a la familia, tomando decisiones en forma conjunta, escuchando con actitud positiva, resolviendo los conflictos con diálogo y no violencia, respetando a cada miembro, admitiendo los errores cometidos y dando más de lo que podemos recibir.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.