Los elogios

ComunicArte
Josinell Martínez

Los elogios hacia los niños pueden mejorar su bienestar, según concluye una investigación que presentó Sue Westwood, de la Universidad Montfort, en Reino Unido.

Westwood dijo: «Elogiar a un niño es un acto simple: mejorar el comportamiento y el bienestar puede resultar simplemente por asegurar que las acciones positivas de un niño son recompensadas con elogios y los padres han observado su buen comportamiento».

Cuando un adulto al ser elogiado por su excelente desempeño en un área laboral o por algún hecho extraordinario realizado se siente muy satisfecho y motivado, ¿se imaginan la sensación que siente un niño cuando lo hacen con ellos?

Los elogios son formas de expresar admiración frente algún evento, gesto, elocuencia, actitud que alguien demuestra en un momento determinado. Elogiar es un gesto de  amor y también de reforzamiento positivo.

Estos pueden generar motivación en el momento que se está realizando alguna tarea en específico o cuando se concluye. Atribuyendo para quien lo recibe un estímulo que puede aumentar la frecuencia de tal conducta.

Elogiar a los niños para educar en valores es una técnica de manejo y/o cambio de conducta que genera excelente resultados a la hora de ponerlos en prácticas para los beneficios del comportamiento en los niños.

Una investigación demostró que los pequeños que fueron felicitados por sus buenas acciones, mejoraron su conducta, redujeron los niveles de hiperactividad y de falta de atención.

Los padres utilizan los elogios pero muchas veces  no conocen la importancia que tienen para el cambio de conducta y el desarrollo de ella.

Es bueno mencionar que cuando se realiza un elogio, debe ser  especificando una conducta que se quiere aumentar o disminuir. Refuerzo positivo.

Aquí les muestro algunos ejemplos de cómo pueden utilizar los elogios con sus pequeños:

Elogiar el comportamiento y no la personalidad: la personalidad es algo que se desarrolla de acuerdo a nuestras experiencias, por eso incide mucho en lo que nuestros pequeños puedan estar expuestos durante temprana edad. Por tal razón es importante desarrollar en ellos una buena conducta.

Al momento de elogiar podemos enfatizar la conducta, ejemplo: eres un niño perfecto, aquí le estamos indicando que el adjetivo de ser perfecto ‘‘siempre’’, lo cual es una expectativa  imposible de cumplir, es mejor decirle ‘‘me gusta que busque hacerlo cada vez mejor’’.

Usar elogios correctos: el interés de elogiar es aumentar o estimular una conducta deseable, de modo que es necesario hacer reforzó en ella. Mientras más correcto o claro sea el elogio el niño comprenderá mejor que es lo que él está haciendo bien y es probable que repita esa misma acción más adelante.

Elogiar las mejoras: debemos elogiar con entusiasmo cuando el niño ha mejorado alguna conducta y realizarlo de inmediato, ya que el niño puede olvidar porque le están felicitando. Utilizar palmadas o un abrazo  procurando atrapar al niño en un buen comportamiento.

Elogiar por más simple que sea el cambio: por más simple que pueda ser una mejora en una conducta X, es bueno elogiar y seguir estimulando a que continúe esforzándose. Muchas veces los niños de comportamiento más inapropiado son los que pocos elogios reciben, que muchas veces son los que más los necesitan.