Los legisladores y el bullying

 

Sigamos avanzando en construir y aportar desde todos los espacios a que el clima de paz se mantenga en los hogares, los centros educativos y toda la sociedad.

 

Yanira Fondeur

Promoviendo la Paz

 

Vemos con agrado que el Senado aprobara la pasada semana el proyecto de ley que prohíbe el acoso o intimidación escolar, mejor conocido como bullying, una problemática presente frecuentemente en los centros educativos públicos y privados.

Bien sabemos que, un estudiante que sufre maltratos por sus compañeros termina no deseando ir a clases por los continuos insultos, burlas, amenazas y humillaciones que recibe en forma constante y sin respuestas sancionadoras de los docentes.

Esta práctica de malos tratos tiene como consecuencia en las víctimas que les afecta su autoestima, además de que presentan ansiedad, vergüenza, miedo e insomnio, todo lo cual se refleja además en aislamiento, falta de concentración en clases y bajas calificaciones.

En los talleres que ofrecemos desde la Fundación Vida Sin Violencia sobre prevención del bullying, hemos observado que cuando las chicas se reconocen e identifican como víctimas comienzan a llorar, por lo que inmediatamente deben ser abordadas por la psicóloga del centro, fuera del aula.

Es imprescindible que las psicólogas escolares estén debidamente capacitadas sobre este tipo de violencia para poder reconocerlas y abordarlas con las herramientas psicoemocionales efectivas y oportunas.

Al alumnado le insistimos en mantener su red de apoyo para comunicar si está siendo objeto de acciones violentas y desconocedoras de sus derechos y jamás silenciarlo, ya que lejos de solucionarlo puede empeorar la situación al extremo de llegar a pensar en el suicidio, por sentirse en un tunel sin salida.

A los compañeros que apoyan los malos tratos o que toman un celular para hacerlos viral en las redes, lo cual no contribuye a solucionar el conflicto, les recordamos que son tan cómplices y culpables como el que liderea al ofensor, mereciendo las mismas sanciones por afectar y empañar el clima de unión y concordia que debería prevalecer.

Justo es reconocer que la iniciativa legislativa del senador Cristóbal Venerado Castillo constituye un valioso aporte para que la cultura de la paz fluya en los centros educativos, espacios donde se reflejan los malos tratos normalizados en el seno familiar.

Las escuelas y colegios representan los segundos hogares para los niños, niñas y adolescentes y han de ser espacios donde prevalezca el respeto, la empatía y solidaridad, generando armonía y convivencia pacífica como un gran equipo de compañeros.

Sigamos avanzando en construir y aportar desde todos los espacios a que el clima de paz se mantenga en los hogares, los centros educativos y toda la sociedad.

La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia

@Yanira_Fondeur