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Los principales órganos de la ONU trabajan sin descanso para combatir el coronavirus
Durante una reunión informativa de los cuatro órganos principales de las Naciones Unidas con los Estados Miembros sobre la respuesta a COVID-19, el presidente de la Asamblea General exhorto a los Estados a cumplir los compromisos sobre la financiación para el desarrollo, contraídos en virtud de la Agenda de Acción de Addis Abeba, «a fin de aumentar la capacidad de recuperación tras la pandemia y evitar que se profundicen las desigualdades».
Tijjani Muhammad-Bande recordó que la primera reunión del actual periodo de sesiones de la Asamblea se centró en la salud mundial y que en ella se adoptó una histórica declaración política sobre la cobertura sanitaria universal, mediante la cual los jefes de Estado y de Gobierno se comprometían a intensificar los esfuerzos nacionales y mundiales para construir un mundo más sano para todos.
La salud es una inversión en capital humano, en desarrollo social y económico y en el empoderamiento de todas las personas.
«Las comunidades de todo el mundo experimentan ahora un nivel más intenso del mensaje expuesto por los dirigentes mundiales en septiembre: que la salud es una inversión en capital humano, en desarrollo social y económico y en el empoderamiento de todas las personas».
Muhammad-Bande recordó que las repercusiones sociales y económicas del COVID-19 amenazan con sumir a las personas en una mayor pobreza y que requiere un esfuerzo común.
«La lucha contra COVID-19 es una responsabilidad colectiva. Nuestras acciones nos definirán, tanto individual como colectivamente. Debemos dar el ejemplo. Debemos quedarnos en casa, acatar las recomendaciones de distanciamiento social, lavarnos las manos y cuidarnos los unos a los otros. Rindo homenaje a nuestros trabajadores de la salud y a los que están en primera línea combatiendo esta enfermedad».
La actividad del Consejo de Seguridad no se detiene
Por su parte, el presidente en turno del mes de marzo en el Consejo de Seguridad, el embajador chino Zhang Jun, indicó que estuvo trabajando estrechamente con los miembros del máximo órgano de seguridad, frente a los desafíos que plantea la pandemia y cumpliendo con sus responsabilidades en virtud de la Carta de las Naciones Unidas.
Jun indicó que debido a la pandemia, el Consejo tuvo que ajustar su programa de trabajo, que se mantuvo durante las dos primeras semanas de marzo, pero que tuvo que aplazar algunas reuniones durante la tercera y modificar los encuentros para la actual.
Al mismo tiempo, destacó que se encuentran explorando nuevos métodos de trabajo, que durante esta semana se pudieron celebrar dos sesiones vía videoconferencia y que los miembros del Consejo están debatiendo sobre un procedimiento temporal para poder adoptar resoluciones en las actuales circunstancias.
Señaló que la próxima semana están previstos debates sobre Siria, Afganistán y otros temas, a través de videoconferencia y que hacen grandes esfuerzos para mantener la transparencia de sus actividades, por ejemplo, publicando declaraciones a la prensa tras sus encuentros telemáticos.
No pueden desaprovecharse los avances en desarrollo
La presidenta del Consejo Económico y Social, Mona Juul, resaltó que, justamente en el mismo año que se inicia la Década de Acción para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con la pandemia de coronavirus se corre el riesgo de perder los avances en materia de desarrollo.
«Si bien los efectos de la pandemia se notan universalmente, sus consecuencias serán más graves para los países más vulnerables, en particular los países menos adelantados. Las desigualdades socioeconómicas existentes se ven exacerbadas por la pandemia. Los más rezagados serán los que soporten la mayor carga. Debemos adaptar nuestras respuestas»
Juul recordó que la crisis afecta de un modo diferente a las mujeres y a los hombres por lo que la respuesta ante ella «debe ser sensible a las cuestiones de género y abordar las desigualdades de género».
El trabajo crítico continúa sin interrupción
Por su parte, António Guterres destacó el trabajo crítico de la ONU que continúa funcionando en gran parte sin interrupción.
«Podemos adquirir bienes y servicios, pagar salarios y a proveedores, operar nuestros centros de datos y proteger nuestras instalaciones y personal. El personal está motivado y comprometido a cumplir sus funciones, aquí en Nueva York y en todo el mundo», explicó.
Guterres detalló que la mayoría del personal cumple con sus obligaciones mediante el teletrabajo, que se ha creado un sitio web con información sobre el padecimiento, que se ha establecido una línea telefónica de atención las 24 horas del día y que se supervisa el bienestar del personal tanto de la sede en Nueva York como en todo el mundo.
«Todos los servicios de conferencias y otros similares han pasado a la modalidad de teletrabajo. Se sigue procesando la documentación y las publicaciones. Se distribuye electrónicamente y se facilita en línea a los participantes en las reuniones. Lamentablemente, en la actualidad no disponemos de servicios de interpretación a distancia, pero estamos estudiando las opciones para proporcionar esta función», detalló.
Actividad sobre el terreno
El Secretario General explicó que durante la semana pasada habló vía videoconferencia con los responsables de las Comisiones Económicas regionales, los coordinadores residentes y los representantes especiales en misiones de mantenimiento de la paz y en misiones políticas especiales.
El triple mensaje para todos ellos consistió en tomar todas las precauciones para proteger al personal; adaptarse para asegurar que continúen las funciones esenciales; y trabajar con los Gobiernos anfitriones apoyando sus iniciativas.
«A principios de febrero, activamos un equipo de gestión de crisis de las Naciones Unidas bajo la dirección de la Organización Mundial de la Salud, y todo el sistema de las Naciones Unidas está movilizado para trabajar en cuestiones críticas (…) Hasta la semana pasada, el 93% de los equipos de país de las Naciones Unidas informaron de su participación con las autoridades nacionales en la preparación de planes de preparación y respuesta», especificó.
Al mismo tiempo, destacó que muchos de los economistas de la ONU en las oficinas de los Coordinadores Residentes colaborando con las comisiones económicas regionales y los equipos de las Naciones Unidas en los países para analizar el impacto socioeconómico del COVID-19.
«Estos análisis serán importantes para decidir cuál es la mejor manera en que las Naciones Unidas pueden apoyar a los países en la definición de prioridades y la programación de respuestas, en particular para asegurar que la recuperación de la pandemia apoye y sostenga a los más pobres y vulnerables».
En consecuencia, indicó que la semana que viene está previsto el lanzamiento de un informe que reitera sus llamados a la solidaridad y a ejercer una responsabilidad compartida que incluirá una hoja de ruta concreta para la respuesta de las Naciones Unidas; y que, al mismo tiempo, servirá para empoderar a los Gobiernos y sus socios a actuar de manera urgente.
Atención médica
Guterres también explicó que el personal médico de la Organización ha estado evaluando las capacidades de los países anfitriones y entidades sobre el terreno, incluida la disponibilidad de pruebas de laboratorio y equipos de protección personal.
«En el caso de los países con capacidad limitada o inexistente en materia de cuidados intensivos, la Organización Mundial de la Salud ha instituido el mismo mecanismo de evacuación médica que uso para el ébola», distinguió.
El titular de la ONU recordó que la Organización cuenta con un mecanismo bien establecido para coordinar el apoyo a la cadena de suministro de los países, «y estamos dispuestos a poner esa red mundial a disposición de los Estados miembros para la entrega de suministros sanitarios, personal médico y otras necesidades», y que continúan trabajando con las naciones que aportan contingentes para gestionar las rotaciones.
«El traslado de tropas dentro y fuera de los países durante una pandemia mundial es sumamente difícil y hemos aplazado las rotaciones», explicó Guterres.
Fuente: news.un.org