Más prudencia y menos impulsividad
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
En los últimos meses, hemos visto en las redes sociales videos de mujeres destruyendo los vehículos de sus parejas con determinación, usando objetos como bates y piedras, todo lo cual es una manifestación de violencia inaceptable.
En nuestra condición de promotora de paz, rechazamos toda conducta que sea el resultado de las emociones de ira o rabia y culminen con un accionar impulsivo, sin importar si parte de un hombre como de una mujer.
Como he manifestado en artículos anteriores, los seres humanos tenemos la capacidad de aprender a reconocer nuestras emociones y saberlas gestionar adecuadamente y para ello debemos de valernos del “autocontrol”.
Aunque estadísticamente la población masculina es la que ejerce en mayor proporción violencia contra sus parejas, dado que, en nuestra sociedad impera la cultura patriarcal, sabemos que existen casos en que son las mujeres las que reaccionan agresivamente.
Sabemos que, los malos tratos lejos de buscar una solución armónica de los conflictos, lo que generan es más agresividad y desavenencias.
Y eso tenemos que tenerlo muy claro que, violencia genera más violencia y es el legado de nuestras acciones más que el de las expresiones, lo que le dejamos interiorizados a nuestros hijos e hijas.
Dos casos nos han llamado la atención de violencia de las mujeres: uno materializado en el Gran Santo Domingo y otro en Santiago.
En enero del presente año, una mujer que, supuestamente asediaba a su ex pareja y contra quien se habían interpuesto cuatro denuncias, destruyó a batazos su vehículo, motivo por el cual fue apresada y el juez de la Oficina de Atención Permanente de Santo Domingo Este le impuso prestar una garantía económica de treinta mil pesos, presentación periódica, impedimento de salida y orden de protección en favor de la víctima (que en ese caso particular era el hombre).
Un hecho similar sucedió la pasada semana en el distrito municipal Hato del Yaque de Santiago, en el que supuestamente la mujer perseguía a su pareja y en un momento que no pudo avanzar se le atravesó en el camino, procediendo luego a destruir los cristales de su vehículo con una piedra.
La impulsividad demostrada deviene en una violación al artículo 309-2, literal e del Código Penal Dominicano, modificado por la ley 24-97 de violencia intrafamiliar, por la que la fiscal de la Unidad de Atención a Víctimas de Violencia de Género, Intrafamiliar y Delitos Sexuales solicitó la prisión preventiva como medida de coerción de la mujer.
Entendemos que, los conflictos no deben dar motivo a concluir en más violencia, cuando podemos buscar maneras de serenarnos y luego utilizar la excelente herramienta del diálogo para poder expresar nuestro sentir sin agredir.
En caso de que las diferencias permanezcan y no se logren las soluciones esperadas, lo ideal es acudir donde un especialista de la conducta que les oriente o proceder a una separación, sin necesidades de ofensas, rencores acumulados o venganzas, que a la larga perjudica más a quien la ejerce.
En fin, demandamos más prudencia y menos impulsividad.
Deben saber que, convivir en armonía familiar aumenta la salud, las alegrías, la productividad, el sentido de vivir en unidad, con amor, respeto y paz.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia
@Yanira_Fondeur