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Mi pensar y sentir en estos días
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Alliet Ortega
Desde mi Perspectiva
Hola a todos mis lectores, ante todo me disculpo con ustedes por el retraso de mis columnas, pero les confieso que extrañaba hablarles, y esta semana en Desde Mi perspectiva quiero que hablemos de algo que está arropando nuestra sociedad, y lo cual al igual que ustedes me preocupa , les ha pasado que se encuentran en un entorno toxico, y conflictivo, y acabamos aceptando y asumiendo que esto es algo normal, hasta resignarnos, y adoptar valores, creencias, o costumbres que no son parte de nuestra cultura, el filósofo Oliver Clerc, explico la extraordinaria capacidad que tenemos los seres vivos para adaptarnos a los cambios progresivos y lentos, así como la total ignorancia de no darnos cuentas que los mismos puede que no sean tan buenos, los cambios lentos , casi imperceptibles, acaban convirtiéndose en parte de nuestra realidad sin apenas darnos cuenta, pero a la larga algunos pueden ser fatales, esto lo llamaba la teoría de la adaptación progresiva. Y esto se los explico de forma sencilla, ahora mismo nuestra sociedad se encuentra como la fábula de la Rana, que se sumergió en una olla, y se sentía normal, disfrutaba el agua, luego la misma se volvió tibia, a la rana le parecía agradable, y seguía nadando, pero el agua continuaba calentando, y la rana empieza a sentirla desagradable, pero se encuentra sin fuerzas, y se limita a aguantar y no hace nada más, hasta el momento que la rana acaba hervida, y muere sin haber realizado el menor esfuerzo por salir de la olla, y es que los cambios lentos, casi imperceptibles, acaban convirtiéndose en parte de nuestra realidad, sin apenas darnos cuenta, pero a la larga, pueden resultar fatales.
Aún tengo la esperanza de que para nosotros no sea tarde como para la Rana, y es por esto que en Desde mi perspectiva quiero llamar la atención de que estamos inmersos en una resignación perezosa , una paz barata , de la cual hemos empezado a despertar, pero que nos saldrá bastante cara, nuestra sociedad se encuentra en un letargo de valores, aunque hay muchas voces dando alertas, otros se encuentran en una falsa calma a la cual se aferran, porque no querremos o no quieren enfrentar que estamos camino a un barranco social, nos estamos resignando como algo normal a temas como la violencia familiar, jóvenes cometiendo asesinatos atroces, niñas violadas, falta de transparencia, y uso de fondos públicos, temas todos sin un régimen de consecuencias creíbles, estamos en una normalidad caótica de una sociedad en crisis de valores, por percepción o por realidad, pero tenemos una crisis de valores.
Todos exigimos cambio de leyes , muchas obsoletas claro, y totalmente necesarias, pero estamos seguros que ese sea la mayor parte del problema, cambiarlas puede ayudar a que avancemos a tantas mejoras sociales, pero nos olvidamos de que también es más efectivo comenzar a mejorar a los individuos, y es que la confianza social mejorara con más, y mejor educación, trabajar los valores, los hábitos de vida, temas que hemos perdido, los objetivos sociales deben establecerse correctamente, y estar más dirigidos a la calidad de vida más que a simples números del Producto Interior Bruto.
Desde mi perspectiva estoy convencida que hace falta insistir en el contexto de Estado, el cual debe renovarse, esto no quiere decir que vivimos en una época interesante en la que , materialmente, las cosas son , sin duda, mucho mejores de lo que era antes, y que hemos avanzado bastante , pero aunque esto sea real, estamos perdiendo la cabeza, pensando que el mundo es un gran basurero, estamos en una era en el que el nihilismo y la absoluta satisfacción del deseo que lo acompaña atenaza la sociedad, es el poder por el poder, el éxito por el éxito, el placer por el placer, donde no se reconoce ningún control , se reduce simplemente a porque me hace sentir bien, y eso es lo que hace que todo parezca tan malo.
Desde mi perspectiva cada día se hace más importante respetar la ética, la cohesión social que es un valor en sí mismo, y cuando falla, por la corrupción, y la avaricia, se quiebran los cimientos de la confianza y del progreso común, y es que las sociedades que avanzan son aquellas en que sus individuos tienen más formación, conexión social e información, tienen más que decir porque tienen más libertad de opinión, y participación democrática.
Como decía Ortega y Gasset, solo es posible avanzar cuando se piensa en grande, y cuando se mira lejos, y estoy convencida que si miramos lejos, y nos adentramos a nuestros problemas actuales, nuestro país podrá seguir avanzando, porque si no lo hacemos por convicción , tendremos que hacerlo por compulsión, porque al final lo que no es sostenible acaba muriendo, y esta crisis que estamos viviendo que en realidad es una bofetada para que reaccionemos nos está abriendo los ojos, solo espero que para muchos no sea demasiado tarde. Hasta una próxima entrega.
Hasta una próxima entrega.