Mindset, la actitud del Éxito
Desde mi Perspectiva
Alliett Ortega
Esta semana en desde mi perspectiva quiero compartirles las notas personales del libro de la destacada psicóloga e investigadora norteamericana Carol S. Dweck, Mindset, la actitud del Éxito, donde la autora ha descubierto que existen dos mentalidades básicas: la mentalidad fija y la de crecimiento, y solo cuando tenemos la segunda podemos conducirnos al éxito verdadero en todos los órdenes de la vida. Y esta mentalidad la tienen aquellos que aprenden de las experiencias y pueden identificar en cada reto e incluso en cada fracaso una oportunidad para crecer y mejorar. En el lado opuesto, con un esquema mental fijo están quienes creen que sus cualidades básicas vienen dadas y ven los fracasos como una falta de talento y una derrota personal.
Y desde mi perspectiva te pregunto ¿Cuál de las dos es la tuya? ¿Tienes idea de cuánto influyen en tu vida cotidiana y en tu futuro las ideas que tienes acerca de ti mismo? ¿Sabes cómo cambiar de mentalidad y con ello transformar radicalmente tus posibilidades de realización personal? ¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos a desarrollar una mentalidad de crecimiento?; cada una de estas preguntas me las hice, y comencé a identificar esos aspectos de mentalidad fija que muchas veces no nos permiten avanzar en el camino de la vida. Y es que las creencias sobre nuestras habilidades influyen en nuestra vida, mediante el Mindset podemos crear la capacidad de asumir los defectos, perseverar y creer que un cambio de personalidad es posible. Es salir de nuestra zona de confort para evolucionar. Esto es lo que explica con interesantes ejemplos la destacada Dweck.
Y está demostrado que las cualidades deseadas pueden desarrollarse genera una pasión por el aprendizaje, y esto se da a partir de preguntas tan simples como: ¿Por qué perder el tiempo demostrándonos una y otra vez lo estupendos que somos cuando podríamos estar mejorando? ¿Por qué ocultar las deficiencias en lugar de superarlas? ¿Por qué buscar amigos o parejas que se limitarán a apuntalar nuestra autoestima en lugar de aquellos que nos desafiarán para que crezcamos? ¿Y por qué decantarnos por lo que ya está probado y es seguro en lugar de buscar experiencias que amplíen nuestros horizontes? La pasión por esforzarse en mejorar y seguir en ello, incluso (o especialmente) cuando las cosas no van bien, es la marca distintiva de la mentalidad de crecimiento. Ésta es la mentalidad que nos permite prosperar durante las épocas más arduas de nuestra vida. Ahora bien, muchas personas afirman que las mentalidades no son más que creencias, pues si son creencias poderosas, pero solamente son algo que existe dentro de la mente de cada uno, y la mente puede cambiarse. Las personas con mentalidad de crecimiento no sólo buscamos el reto, sino que además nos sentimos a gusto con él. Cuanto mayor es el reto, más crecemos mentalmente.
Es evidente que las personas con mentalidad de crecimiento se sienten cómodas cuando se superan. ¿Pero cuándo se sienten cómodas las personas con mentalidad fija? Cuando todo está seguro y dentro de su alcance. Pierden el interés en cuanto la situación se vuelve excesivamente desafiante, en cuanto dejan de sentirse inteligentes o con talento. Las personas con mentalidad de crecimiento saben que el potencial necesita tiempo para desarrollarse. Una valoración en un momento determinado no basta para comprender la habilidad de una persona y, mucho menos, para estimar su potencial de éxito en el futuro. Pero aquí les dejo la gran pregunta, si con el éxito te conviertes en alguien, ¿qué eres entonces cuando no tienes ¿éxito?, aquí viene el trabajo de las mentalidades enmarcando interpretaciones en nuestra cabeza. Los de mentalidad fija crean un monólogo interno centrado en los juicios de valor: “Esto significa que soy un perdedor.” “Esto significa que soy mejor persona que ellos.” Esto significa que soy un mal marido.” “Esto significa que mi pareja es egoísta.”, mientras las personas con mentalidad de crecimiento mantienen un monólogo interno que no se basa en juzgarse a sí mismo y a los demás. Son personas sensibles a la información positiva y negativa, por supuesto, pero utilizan sus implicaciones para aprender y realizar acciones constructivas: ¿Qué puedo aprender de esto? ¿Cómo puedo mejorar? El simple hecho de conocer la mentalidad de crecimiento puede provocar un gran cambio en la forma de pensar de las personas, sobre sí mismas y sobre su vida.
Muchas personas con mentalidad fija creen que el que necesita cambiar es el mundo, no ellas. Se sienten con derecho a tener algo mejor: un trabajo, una casa o una pareja. El mundo debería reconocer sus cualidades especiales y tratarlos en consecuencia.
Las personas con mentalidad fija suelen huir de sus problemas. Si su vida tiene fallos, ellas tienen fallos. Es más fácil fingir que todo va bien. El cambio puede ser arduo, pero nunca he sabido que nadie dijera que no merecía la pena. Tal vez solamente se deba a que están satisfechos de haber hecho el esfuerzo. Pero las personas que han cambiado le dirán que su vida ha mejorado. Le contarán que ahora tienen cosas que no habrían tenido, y maneras de sentirse que no habrían sentido.
Muchos no lo intentan por temor al fracaso, el cual puede resultar una experiencia dolorosa incluso para una mentalidad de crecimiento. Pero el fracaso no define a las personas, es un problema que debe enfrentarse, gestionarse y servir de aprendizaje. Lo que quiero decir con esto es que aprendemos de nuestros errores, y son nuestros trofeos del éxito. Es por esto que en la mentalidad de crecimiento es prácticamente inconcebible desear algo de todo corazón, pensar que existe una oportunidad de conseguirlo, y luego no hacer nada al respecto, y es que este tipo de mentalidad posee carácter, que es lo que nos permite alcanzar la cima y mantenernos allí.
Desde mi perspectiva el ser alguien no viene determinado por ganar o perder, viene determinado por el Carácter, coraje, constancia, tener una mentalidad de crecimiento centrada en el desarrollo personal, la automotivación y la responsabilidad. Hasta una próxima entrega.