Navidad tiempo de amor
Promoviendo la Paz
Yanira Fondeur
Todas las épocas del año deberían ser tiempo de manifestar amor, pero es en Navidad en la que reina más alegría, impregnada por las bonitas decoraciones de luces y colorido, tiempo que aprovechamos para celebrar encuentros amistosos, familiares y laborales, con música, brindis y muchas veces intercambios de regalos.
Navidad es un término que proviene del latín Nativitate, donde Nati, significa nacimiento y vita de la vida. La iglesia católica celebra el próximo día 25 el nacimiento de Jesucristo a nuestro mundo.
También Navidad es tiempo de reflexión, de pensar en todas las bendiciones que tenemos y que a veces no valoramos como tal, de proponernos dar más cuidado a nuestra salud, de reencontrarnos con amistades o familiares, de evaluar los logros que hemos podido alcanzar y de comprometernos a nuevas metas en términos personales o profesionales.
La Navidad invita a brindar mucho amor a todos los que están a nuestro alrededor, de ejecutar acciones valiosas que no tienen costo alguno, como son conceder tiempo a un familiar enfermo o a alguien con dificultades, dar un fuerte abrazo, una palabra de estímulo, una sonrisa que ilumine el día de quien la reciba, una llamada telefónica o un mensaje que constituya un puente de unión donde hubo distanciamiento, en fin, una época hermosa para ser luz en las vidas de quienes están más cerca.
El período navideño nos invita a brindar mucha paz, a dejar a un lado las diferencias, las criticas constante, la indiferencia antes los que tienen menos posibilidades, para que todo fluya en una atmósfera de buen trato, en la que la armonía florezca en todas las relaciones familiares, laborales o sociables.
Nos invita también esta hermosa época del año a solidarizarnos con los demás, a ponernos en sus zapatos, a reforzar la tolerancia y empatía para entenderlos y lograr que nuestras relaciones se enmarquen en un ambiente de confraternidad y sana convivencia, en donde siempre prime el respeto.
Navidad es también una época que nos trae recuerdo de la niñez, cuando dejamos nuestras cartas al niño Jesús, pidiéndole nuestros deseos, es tiempo además de recordar a esos abuelos, tíos o amistades que partieron a la casa del Señor.
Al culminar este año y dar inicio a 365 nuevos días traen consigo nuevas esperanzas, retos y oportunidades para siempre dar lo mejor de sí y renovarnos continuamente.
Deseo que el 2018 sea un año positivo para todos y todas, que en nuestra nación haya más convivencia pacífica y menos malos tratos, más justicia y menos injusticia, más unión y menos separaciones, más equidad y menos inequidad, más respeto y menos dominio, en fin de que, con voluntad y compromiso de toda la sociedad seamos sembradores de paz en un mundo convulsionado por la violencia, porque es un derecho que nos asiste para desarrollarnos feliz y plenamente.
La autora es presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.