No pasa nada

 

«…permite comunicarse asertivamente con los demás y logra dejar fluir las situaciones, los percances que por diversas circunstancias pueden parecernos grandes, pero resultan insignificantes ante muchos otros mayores».

 

Yanira Fondeur

Promoviendo la paz

 

Tras pasar casi dos semanas en Madrid pude constatar el valor y significado que los españoles les dan a la frase cotidiana “No pasa nada”, la cual utilizan cuando surge algún problema o inconveniente cuya solución prevén sin dificultad.

Entendemos que, si ante los conflictos diarios interiorizáramos esa simple frase, abordaríamos las desavenencias con una actitud más positiva y en un ambiente más proclive a la solución más rápida y sin causar tanto daño.

Recordemos que cada acción tiene su consecuencia y si reaccionamos agresivamente ante cualquier diferencia con alguien, estaremos dificultando la solución, además de generar más violencia e irrespetar los derechos humanos de nuestro adversario.

“No pasa nada” es una expresión que transmite comprensión, paz, avenencia, empatía y el convencimiento de que es posible alcanzar la armonía. Se trata de una decisión de una de las partes en conflicto que manifiesta su intención de paz.

Entiéndase que, esa expresión en modo alguno se debe utilizar para minimizar o justificar la violencia, lo que sí estamos convencidos es de que muchas vidas se hubiesen salvado cuando por simples motivos, como hasta una deuda de 50 pesos, roce de vehículos o la ocupación de un parqueo hubiesen buscado los afectados una solución armonía bajo el concepto de que “No pasa nada”.

Un ejemplo del diario vivir sucede cuando emites una opinión a través de una red como twitter y personas responden con ofensas por no compartir tus criterios, ahí debemos meditar y asumir que “No pasa nada” y considerar que lo acontecido puede ser por problemas que desconozco, debiendo limitarme a no responderle en los mismos términos despectivos o simplemente ignorarlo.

También podríamos imaginar  el caso de un padre que con ira le reclame  a su hijo porque tuvo malas notas, y este con respeto y le diga “Papi no pasa nada, este mes no me fue muy bien, pero mejoraré para el próximo, ya verás”.

Además podría darse el caso  de un joven que se enfada con su hermano debido a que  le tomó algún artículo personal sin su permiso y el otro le contesta  “No pasa nada, no lo hice con mala intención y ya no sucederá más”.

“No pasa nada” permite comunicarse asertivamente con los demás y logra dejar fluir las situaciones, los percances que por diversas circunstancias pueden parecernos grandes, pero resultan insignificantes ante muchos otros mayores.

En lo personal acabo de dejar a mi hijo Enrique en Madrid para iniciar su maestría en negocios y entre mis tantos consejos de despedida fue decirle “Amore recuerda siempre la frase española No pasa nada, todo tiene solución en la vida y Dios estará siempre contigo”.

Amables lectores si queremos seguir fomentando convivir armónicamente es hora de poner en práctica, para lograr la solución a los pequeños conflictos, pensar en positivo y decirnos “No pasa nada, buscaré resolverlo adecuadamente en beneficio de mantener mi paz que siempre será innegociable.

 

La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.

@Yanira_Fondeur