Nobel Vargas Llosa alerta en Zaragoza del auge de la cultura audiovisual: «peligrosa para la democracia»
El escritor y Nobel de Literatura participó en un ciclo organizado por la Universidad de Zaragoza, donde dijo que la cultura de las ideas está en los «buenos libros»
Zaragoza.- El escritor y Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa ha alertado de que la confrontación entre la cultura del pensamiento y la audiovisual, en la que la primera va cediendo peso a la segunda, «a la larga puede ser peligrosa para la democracia».
Así lo ha asegurado en rueda de prensa el autor peruano, quien ha protagonizado este miércoles en la Universidad de Zaragoza la última sesión del ciclo «Trayectorias», que lleva tres años reuniendo a intelectuales para entablar un diálogo sobre la cultura y que ha cerrado Vargas Llosa junto al periodista y escritor Juan Cruz.
En palabras del Premio Nobel, la cultura de las ideas, que está en los «buenos libros», es imprescindible para la democracia en tanto en cuanto forma ciudadanos con espíritu crítico, frente a lo audiovisual, que crea a su juicio individuos pasivos y resignados y de ahí el peligro para el sistema democrático.
A ello ha sumado que la solución a los problemas es mucho más fácil cuando existe una sociedad educada y, aunque ha reconocido que hoy día se lee mucho más que décadas atrás, «lo que representan los libros es menos importante» en la época actual que lo que eran antes.
No cree, no obstante, que este fenómeno sea algo planeado, ni que España sea un país diferente a este respecto, y lo ha relacionado con el extraordinario desarrollo de la cultura audiovisual, un fenómeno de carácter universal extensible tanto al primer como al tercer mundo.
Ha rechazado también que defienda ningún tipo de restricción del desarrollo audiovisual, pero ha insistido en que las ideas son siempre creativas, mientras las que se transmiten a través de la pantalla «no suelen serlo».
Lo cual no le resta interés ni atracción, «ni muchísimo menos», ha continuado, y ha puesto como ejemplo el éxito de las series de televisión, que son «muy entretenidas» pero no son transmisoras de ideas, son «estereotipadas» y recurren a formas «absolutamente manidas» en la construcción de personajes.
Por tanto, no forman esos ciudadanos activos, con espíritu crítico y que no acepten sumisamente las cosas que ocurren, que son los que necesita la democracia, sino individuos más bien pasivos.
Fuente: ABC
Foto: Fabián Simón