Oposición venezolana se toma las calles en el 20 aniversario del chavismo
Decenas de miles de opositores venezolanos, liderados por el autoproclamado presidente interino, Juan Guaidó, marchan este sábado para exigir al mandatario Nicolás Maduro que abandone el poder, al mismo tiempo que otra gran manifestación de oficialistas celebra el 20 aniversario de gobierno chavista.
«Usurpador vete ya» y «Fuera dictador», «Fuerza Armada oye al pueblo», se leía en pancartas que portaban los opositores, que en Caracas se concentran frente a la sede de la Unión Europea (UE), en las Mercedes (este). «Viva Guaidó», gritaron cuando llegó el opositor a la tarima.
Guaidó, jefe del Parlamento de mayoría opositora que se autojuramentó el 23 de enero, convocó a la marcha para respaldar el ultimátum que dieron a Maduro Francia, España, Alemania, Reino Unido, Portugal y Holanda para que acepte «elecciones libres» o de lo contrario reconocerán a Guaidó.
«Marcho para recuperar la libertad, y sacar esta tiranía, esta narcodictadura», dijo a AFP Beatriz Martínez, psicóloga de 75 años. «Nos estamos muriendo de hambre», manifestó Delia Rivas, de 52 años.
Otra multitud de oficialistas se concentra en la Avenida Bolívar, centro capitalino. Zaida, que se dice «revolucionaria hasta los tuétanos», explica: «No me da la gana que esos malditos americanos se queden con las riquezas de Venezuela», manifestó.
«Váyanse al carajo, yanquis de mierda», se leía en una pancarta en la concentración, donde era esperado Maduro, quien en Twitter aseguró que «el pueblo» lo «llena de fuerza para seguir por el camino» trazado por el fallecido líder socialista Hugo Chávez (1999-2013).
El jueves, el Parlamento Europeo reconoció a Guaidó, presionando a la UE. Pero Maduro ha rechazado el ultimátum -que vence el domingo-, lamentando que la UE se ponga «a la cola» del gobierno de Donald Trump.
Las manifestaciones se desarrolaban bajo alta tensión: Disturbios dejaron la semana pasada unos 40 muertos y 850 detenidos, según la ONU, y en 2014 y 2017 dos oleadas de protestas se saldaron con al menos 200 fallecidos.
El 20° aniversario de la revolución se cumple en plena debacle del país: hiperinflación, escasez de comida y medicinas, y la petrolera PDVSA, en default y con una producción en caída libre, estrangulada ahora por sanciones de Estados Unidos, que no descarta una acción militar ni medinas adicionales.
«La transicion es inminente»
El general Francisco Yánez, director de Planificación Estratégica de la Aviación Militar, aseguró que «el 90% de la Fuerza Armada no está con el dictador, está con el pueblo» y aseguró que la «transición a la democracia es inminente».
La cuenta de Twitter de la Aviación Militar colgó la foto de Yánez tachada con la palabra «traidor». «Es un golpe duro para la FANB aunque no tenga comando», dijo a la AFP la experta en asuntos militares Rocío San Miguel.
Yánez, quien dijo tener informes de que «el dictador tiene todos los días dos aviones listos» para huir, pidió a los militares no dar «la espalda al pueblo» y a los venezolanos marchar este jueves en apoyo al opositor.
Guaidó ofrece amnistía a los militares intentando quebrar el principal sostén del gobierno, la Fuerza Armada. El viernes, Maduro volvió a arengar a los soldados en un ejercicio militar: «leales siempre, traidores nunca».
«A los otros militares con los que hemos estado en contacto durante los últimos días, ha llegado el momento de que escriban sus nombres en las páginas de la historia de Venezuela. La historia los recordará como héroes a los que tomen la decisión de apoyar al pueblo», dijo en un Twitter el senador estadounidense Marco Rubio.
Guaidó, de 35 años, se autojuramentó luego de que el Congreso declarara a Maduro «usurpador» tras asumir el 10 de enero un segundo mandato que considera ilegítimo -al igual que parte de la comunidad internacional- por resultar de comicios «fraudulentos».
Maduro, de 56, asegura contar con China y Rusia y ser víctima de un golpe de Estado en marcha, en el que Washington usa de «títere» al jefe parlamentario.
En declaraciones al South China Morning Post, Guaidó prometió cumplir los acuerdos y dialogar con China. Pekín indicó el viernes que coopera «de forma pragmática» con Venezuela y que «nada de esto se verá afectado» independientemente de como avance la situación.
Guaidó ofrece la llegada de ayuda humanitaria, acceso a servicios públicos -gravemente deteriorados-, freno a la hiperinflación, una nueva política monetaria y renegociación de la deuda externa, de unos 150.000 millones de dólares.
Maduro, que culpa a la derecha y a las sanciones estadounidenses de la crisis, rechaza la ayuda humanitaria asegurando que dan vía a una intervención militar y promete «prosperidad», aunque con el mismo modelo económico de control estatal.
Buscando una salida a la crisis, la UE creará un Grupo de Contacto de países europeos y latinoamericanos de «90 días» de duración, mientras que México y Uruguay convocaron a una conferencia con «países neutrales» el 7 de febrero en Montevideo.
Maduro llama reiteradamente a un diálogo, pero Guaidó insiste que sólo negociaría la salida del «dictador». (I)
Fuente de texto y foto: El Universo/AFP