Papa: Gracias, tomo de ti todo lo que me has dado¡

En la nueva terapia sistémica el tomar a los padres es fundamental para el equilibrio de la vida, a tal punto que lo relacionan con el éxito en el trabajo, la profesión y la pareja.

En ocasiones el hijo en la infancia por situaciones familiares pasa por heridas y traumas que le impide agradecer a los padres la vida que le han dado. La terapia sistémica nos ayuda a tomar conciencia que los padres hicieron lo que en ese momento pudieron hacer y nos dieron lo mejor que pudieron para encaminarnos por ella. Algunos padres  vivieron procesos personales que les impidió estar presentes, no tan solo desde el aspecto físico, sino también desde el aspecto consciente; el trabajo, las obligaciones, la familia de origen, la pareja, los demás hijos, son algunos de los aspectos que impiden en ocasiones que papá o mamá pudieran hacer lo que nosotros creemos que debieron hacer o que debieron haber dado. Tomar a los padres significa, que sin importar lo que pasara, complacencias que no se dieron o procesos desafortunados, ellos siguen siendo nuestros padres. El hijo agradecido siempre encuentra la vía para tomar a sus padres, ya que simplemente dice “Si  a todo tal y como fue,  gracias por la vida que me dieron, lo tomo todo de ustedes al precio que les ha costado y los miro con amor, son los padres perfectos para mí,  gracias”.

El tomar al padre aporta  la fuerza de avance en nuestros proyectos y empresas, es la palanca que permite la expansión en momentos de estancamiento. El padre es la estructura, el que pone límites, la organización. Desde la óptica de las constelaciones empresariales tomar al padre aporta a la persona y a la empresa la visión de negocios, la energía del emprendimiento, aperturas de crédito, la asociación, la innovación. Tomar a la madre aporta en nosotros creatividad, prosperidad, buenas relaciones y buenos clientes, una hermosa autoimagen y una buena relación de pareja.

Para ilustrar mejor este hecho, yo suelo visualizar a mis padres como unas columnas, me recuerdan a las columnas del templo del Rey Salomón; los miro, me inclino ante ellos en señal de permiso y gratitud y paso a través de ellos, a otro estado de consciencia donde encuentro la inspiración y la fuerza para seguir, en otras ocasiones encuentro las respuestas correctas y los recursos para plantear soluciones.  Simplemente puedo decir: PAPA: LO TOMO TODO DE TI, ERES EL PADRE PERFECTO PARA MI, GRACIAS POR LA VIDA QUE ME HAS DADO¡

LIC. SUSAN ESPAILLAT