Partidos y cuotas de género
Desde mi Perspectiva
Alliett Ortega
Esta semana en desde mi perspectiva hablaremos de la representación política de la mujer mediante las cuotas de género, la cual por una serie de debilidades culturales, históricas, e institucionales han impedido que dicha representación sea efectiva, lo cual trae como consecuencia que el sistema democrático en su conjunto este en entredicho cuando existe una franca disonancia entre la ciudadanía y sus representantes; es decir, cuando estos últimos no son el fiel reflejo de la diversidad existente en esa comunidad, y cuando sectores importantes carecen de acceso directo a la representación; es por esto que la República Dominicana es uno de los ocho países de Latinoamérica y el Caribe hispano en que las mujeres tienen menos representatividad parlamentaria es el octavo país con menos representación femenina si tomamos en cuenta que en la republica dominicana alrededor del 52% de su población es femenino, podemos indicar que la debilidad democrática está íntimamente asociada a los vacíos de representación producidos ya que las autoridades públicas electas no expresan la diversidad existente; los ciudadanos y ciudadanas no gozan de un derecho efectivo para presentarse y competir para ocupar cargos públicos; y, existe escasa efectividad de los representantes para mediar entre los intereses de sus representados y el sistema político, por lo que es débil a la hora de traducir dichos intereses en políticas que logren dar respuesta a las demandas de la mayoría, un ejemplo de esto son las 3 causales que aún está en discusión.
Es debido a esto que, los países han ido incorporando progresivamente a su ordenamiento jurídico una serie de medidas que han permitido a las mujeres competir con los hombres en igualdad de condiciones. Estas son las llamadas cuotas de género, que representan una medida compensatoria y temporal, que tiene como objetivo asegurar un porcentaje mínimo de presencia femenina en el poder legislativo. En la actualidad más de un centenar de países cuenta con algún mecanismo de acción positiva o cuotas de género con dicho objetivo. Las cuotas son un mecanismo por el cual se busca alcanzar una igualdad efectiva entre diferentes grupos sociales en el acceso a cargos de decisión o elección popular.
No obstante, existen múltiples factores que impiden una competencia equilibrada de género en el plano político, afectando negativamente la representación política de las mujeres. Las explicaciones más habituales exploradas pueden ser agrupadas en tres dimensiones:
- Las estructurales (relativas a las desigualdades de género producidas en el orden socioeconómico que redundan luego en la esfera política, como la participación en el mercado laboral, niveles educacionales o brechas de ingreso).
- Las culturales o ideológicas (relativas a las creencias sobre el rol de las mujeres en la sociedad y la distribución de roles y sus efectos en la capacidad, interés y oportunidades de las mismas para acceder al poder político.
- Las político institucionales (vinculadas a las instituciones que rigen el comportamiento político, como los sistemas electorales y de partidos políticos).
Pero no quiero ser pesimista ya que nuestro país ha dado avances en el régimen de cuotas, en las elecciones generales de mayo 2016, se incrementó el porcentaje de mujeres en algunos cargos electivos, actualmente, las mujeres ocupan en la Cámara de Diputados el 28% de los curules en comparación con el 21% que ocupaban en la legislatura anterior. En los gobiernos locales, el porcentaje de Alcaldesas subió de un 7% a un 12%.
Sin embargo, aún no se cumple la cuota mínima de participación femenina del 33%; desde mi perspectiva lo ideal sería un 50%. Y es que los partidos políticos desempeñan un papel fundamental en la determinación del número de mujeres en los cargos de elección popular, ya que son los responsables de reclutar y seleccionar las candidaturas que finalmente ocuparán los cargos de representación. Lograr que las mujeres tengan igualdad de representación en la política o puestos de toma de decisión no solamente constituiría un notable avance en representatividad democrática, si no que puede ayudar a eliminar las brechas y discriminaciones que sufren las mujeres, puede beneficiar a la población de sus aportes que por lo general redundan en mayor bienestar para la familia y el desarrollo de la sociedad.
De cara al siguiente proceso electoral en 2020, se hace relevante tener promulgada la Ley de Partidos, donde se contemplan los mecanismos legales necesarios para que las mujeres tengan una mayor participación en los partidos políticos y, por ende, mayores porcentajes en los puestos electos en las administraciones locales.
En términos generales las cuotas de género no se refieren sólo a un mecanismo sino a un espectro de medidas que incluyen tres tipos fundamentales: escaños reservados, leyes electorales de cuota y cuotas de partidos político; y están pensadas para mejorar la representación descriptiva de las mujeres al incorporarlas al sistema de representación y a los cargos públicos y corregir las desventajas históricas a las que se enfrentan para acceder al mundo de la política. Hasta una próxima entrega.