Pelotero Nelson Cruz narra su historia de éxito desde Las Matas de Santa Cruz hasta las Grandes Ligas

Santo Domingo.– Firmó para el béisbol a los 17 años de edad, y su padre le exigió que antes de  trasladarse desde Las Matas de Santa Cruz, Monte Cristi, hasta a Santo Domingo para jugar liga de verano tenía que terminar el tercero del bachillerato. Luego de su llegada a la capital, en la mañana jugaba y en la noche concluía los estudios.

Se trata del dominicano Nelson Cruz, jardinero derecho de los Marineros de Seattle en las Grandes Ligas de Béisbol, quien narra en una historia de alto interés humano, la importancia de la familia para el éxito, el buen comportamiento ciudadano y como mantener la cabeza fría con contratos millonarios en dólares.

Esos inicios le permitieron ser fanático de celebridades del béisbol, y recuerda a Vladimir Guerrero, a quien en Santo Domingo, en el Estado Olímpico, saltó varias paredes entre play hasta emocionado llegar a saludarlo, y recibir buen trato. Luego tuvo la oportunidad de jugar con él.

“Yo conozco el sentimiento de un niño o un fanático cuando ve su figura favorita, entonces trato de siempre darle el cariño que se merece”, expresa.

El primer día sus padres lo trajeron a Santo Domingo, y cuenta de manera jocosa que su madre duró dos semanas llevándolo del estadio a la pensión.

Eddy Toledo, quien lo firmó, le aconsejó que sucedía como el caso de los pichones de las palomas que llega un momento que hay que dejarlos volar. Ella entendió.

Mientras que cuando llegó la primera vez a los Estados Unidos, específicamente a Arizona (año 2000, liga instruccional), lo más difícil fue la alimentación por su costumbre a comer plátano, yuca y arroz y habichuela.  Tuvo que acostumbrarse a los ‘pancakes’ y huevos hervidos fríos en la mañana.

El  idioma ingles no fue tan difícil, lo pudo captar fácil. Lo ayudó para un aprendizaje más rápido que en los inicios tuvo que compartir habitación con dos estadounidenses.

 

Si yo lo logré, todos pueden lograrlo

“Si yo lo logré, todos lo pueden lograr, esa es mi exhortación”,  dijo Cruz en alusión a cada uno de  los cientos de jóvenes que aspiran a llegar a las Grandes Ligas.

Si les aconseja, que como jugador debe entender que no solo representan una figura, sino también a una ciudad, un equipo y a su país. “Debemos saber cómo comportarnos no sólo en el terreno de juego sino también fuera” agrega al ser entrevistado por  Fernando Quiroz

El éxito, manifestó, se logra con dedicación, esfuerzo, paciencia y mucho sacrificio.

“Uno de los consejos que le digo a los muchachos,  es ese, si hay alguien que no debiera trabajar tan duro aquí, seria yo, porque lo tengo asegurado, pero no solo juego por el dinero, sino para la fanaticada, compañeros  que esperan de mí, y la fanaticada dominicana que me sigue y siempre estaré agradecido por eso” respondió a la pregunta de cómo mantener una cabeza fría con tanto dinero.

En su caso, luego de las temporadas de 2014 y 2015,  cuando suma 84 jonrones, sobresaliendo entre los líderes, destacó que el entrenamiento que está sometido este año supera otros anteriores por lo que espera se refleje en mejores estadísticas. En el 2016 bateó 43 jonrones.

Califica de impresionante el recibimiento que ha tenido en la ciudad de Seattle, lo que agradece, al igual que en otras ciudades que  ha jugado. Firmó inicialmente con los Mets de Nueva York (1998), luego pasó a Oakland,  Milwaukee, Texas, Baltimore, y actualmente Seatle.

Cruz, de 35 años, nació en Las Matas de San Cruz, Monte Cristi, a unos 255 kilómetros al noroeste de la capital dominicana. Mide 6,2 de estatura y pesa 230 libras. Firmó con Seattle un contrato de cuatro años, que vence en el 2018, por 57 millones de dólares.

Le gustaba el baloncesto

Desde niño Cruz quiso ser jugador de baloncesto, y su gran admiración era por Michael Jordan. Su padre lo orientó en el camino, en función de sus habilidades, y despertó el interés para jugar béisbol.

Sus padres Nelson Cruz y Dominga Martínez, fueron educadores de generaciones de su comunidad.

“Desde pequeño tuve que ser ejemplo de todos los otros estudiantes (Nunca corte de pelo y moda rara). Mi padre decía que primero se pone regla en su casa y luego en la de otro”,  recuerda.

“Él me decía, cómo yo puedo corregir a un estudiante mío si mi hijo anda haciendo lo que quiere en la calle. Entonces, primero, tengo que disciplinarte a ti para luego disciplinar a un alumno”.

Tiene dos hijos, un varón de siete años y una hembra de tres. Dentro de las posibilidades le gusta que lo acompañen sobre todo  en eventos especiales como Juego de Estrellas o Playoffs de Serie Mundial.

Tiene dos hermanas, él es segundo en orden de nacimiento.  Siempre le ven como el hermano, sin importar la fama que haya adquirido.

 

Tierra de bachata

Cruz está muy claro que su comunidad Las Matas de Santa Cruz es tierra de famosos bachateros y menciona a Anthony Santos como el mejor,  y le gusta su música.

Como una anécdota chistosa evoca que siendo muy joven integró por tres días una agrupación inspirado por la rivalidad musical que existía entre Santos y Luis Vargas, autodenominados mayimbe y rey supremo de la bachata, respectivamente.

“Yo formé parte de un grupo tres días nada más, yo entendí que no era tan divertido estar dándole a una lata y decidí retirarme”

También escucha música cristiana Jesús Adrián Romero. Es cristiano.

“Yo tuve una enfermedad en el 2012, gracias a Dios estoy vivo, y desde ese entonces desperté y decidí que hay que entregarle los restos de días que tengo a adorarle y a estar cerca de Él”, dijo.

 Líderes políticos y su comunidad

“Yo trato de compartir con todos porque en realidad, buenos o malos, son quienes nos dirigen, y hay que tenerle respeto” señaló con relación al liderazgo político de todos los partidos en el país.

“El servicio eléctrico debiera ser 24 horas, no es porque sea mi comunidad, pero allá se paga la luz” defiende.

Sus prácticas en Las Matas de Santa Cruz se han convertido prácticamente en un espectáculo de niños y fanáticos y adultos que quieren verlo.

“Por eso trato de comportarme de la manera adecuada, y siempre que tengo la oportunidad de corregirles cosas de la vida y del mismo béisbol, lo hago”

Le gustaría que mejore en la sociedad dominicana la educación y el empleo. Tiene caso de amistades que han terminado su carrera y no tienen trabajo.

“Cuando tú te esfuerzas estás esperando el fruto de ese esfuerzo y si terminas una carrera, y si no consigues trabajo, se hace un poco difícil”, indicó.

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