Pentecostés con María
Por Leonor María Asilis
Rincón Digital
El próximo domingo último de mayo, la iglesia celebra la fiesta de Pentecostés y en muchas partes del mundo se celebrará como en nuestro país el día de las madres.
En tal sentido, pido al Espíritu Santo que use mi pluma digital para dar un mensaje de esperanza y alegría para quienes lean estas líneas.
De esto precisamente es que se trata la fiesta de Pentecostés.
En esta fiesta no solo se recuerda su primera venida a los aposto3les y a María que estaba con ellos.
Recordemos que en aquella primera vez en qué vino el paráclito los discípulos de Jesús luego de la muerte en Cruz de nuestro salvador andaban mejor dicho se encerraban miedo por quiénes le perseguían hasta que vino El en su tercera persona.
En esta fiesta se renueva también en nosotros la venida del Espíritu Santo.
Preguntarán algunos para que tenía que venir el Espíritu Santo.
La respuesta es sencilla vino a consolar a los discípulos en su aflicción y también a restaurarlos y a fortalecernos.
En la actualidad y en otras circunstancias también es preciso que a nosotros nos venga a restaurar el Espíritu Santo por eso debemos invocar e implorar su presencia para qué también perdamos el miedo que nos están tratando de inculcar a causa del coronavirus.
Debemos tener precaución y hacer lo que está a nuestro alcance para cuidar nuestra salud física pero sobre todo debemos pedirle al creador y Redentor del mundo que nos proteja también y sobre todo nuestra alma y nuestro espíritu para que siempre estemos pegado al suyo haciendo el bien como lo hizo Jesús en todo momento.
Haciendo un paralelo en el tiempo de Jesús en los tiempos actuales observamos que con nosotros también está la madre, María, la llena de gracia, quien nosotros en nuestra condición de hijos debemos honrar sobretodo este día de las Madres a través del santo rosario, herramienta eficaz de combate en estos nuevos tiempos.
Aplaudo con mucho entusiasmo la iniciativa que ha tenido el actor político y director Eduardo Verástegui quién ha organizado para este día desde México el rezo de un millón de rosarios para pedirle a la reina del cielo el fin de la pandemia y nuestra conversión.
Aprovecho para felicitar a todas las madres del mundo en este día tan bello y los incentivos a que se unan junto a sus esposos e hijos a orar juntos por estas intenciones tan especiales sabiendo que el Espíritu Santo se derramara con gran poder sobre nosotros.