Pobres millonarios
Pienso y Luego Escribo
Iranna Flaviá Luciano
Soy amante del 7mo. arte y como norma por curiosidad y por apoyo trato de ir a ver la mayor cantidad de películas locales.
En esta semana pasada, el jueves, recién se estrenó la película Pobres Millonarios, una que se suma al haber de las películas de Robertico Salcedo.
Quiero destacar que siempre me ha llamado la atención la capacidad de trabajo de Robertico, admirado o criticado el fruto de su trabajo está ahí.
Yéndonos directamente a la película, con un título muy singular parecido a una serie que veía en Netflix Silvana sin Lana, fue de mi agrado desde que lo vi.
Esperaba con ansias su estreno, hasta que el sábado fui a verlo; siempre que voy al cine elijo películas de tramas tipo drama, romance o comedia, y como esta prometía comedia, ahí estuve yo.
La película como su título y su tráiler lo indica, hace referencia a una familia apellido Morales, dueños de empresas, que de la noche a la mañana se vuelven pobres producto de sus acciones.
Son los típicos hijos que todo lo tienen, nada valoran, creen que el dinero se hace por sí solo, o brota de una fuente de maná que se multiplica, no se suda y solo se goza.
La clásica mujer que solo derrocha, juega bingo y casino, sale con sus amigas y su familia bien gracias.
El destino le juega una mala jugada, y el señor cabeza de familia muere, dejándolos desprotegidos a nivel económico y con muchas familias involucradas.
Esta familia descubre las vicisitudes de la vida con amigos que le dan la espalda, personas en quien confiaron que no son de fiar, y una vida completamente diferente en un barrio.
Para una persona que vive en la metrópolis resulta muy difícil aunque no imposible una adaptación a otro medio de vida, donde la inseguridad que da la escasez está por doquier.
Pero tiene su recompensa, la unión, ver quienes son, el valor de la familia y de lo que se tiene, y los amigos verdaderos esos que te ayudan en la otra cara de la vida.
Pienso y Luego Escribo: Ir a ver una película no depende de si es buena, regular, mala, depende de que cualquiera en determinado momento de su vida puede verse reflejada en ella.