Por un verde más propositivo
ViBa la Comunicación
Vilma Batista
El Movimiento Marcha Verde tuvo esta semana un reverdecer en su accionar con el depósito de una solicitud en el Congreso Nacional.
Marcha Verde entregó a una delegación de diputados una propuesta de resolución que solicita formalmente el inicio de un juicio político contra el Presidente Danilo Medina Sánchez.
La solicitud de juicio político a Medina forma parte del seguimiento al plan de acción del Movimiento, y es parte de los compromisos asumidos por su liderazgo el pasado 16 de julio, durante una manifestación multitudiaria.
Una comisión del colectivo entregó el documento que enumera las supuestas faltas cometidas por el mandatario, destacando el alegado financiamiento ilegal por parte de la constructora brasileña Odebrecht para su pasada campaña electoral.
El Movimiento Marcha Verde es por mucho la manifestación civil más importante en La República Dominicana moderna, destacando su capacidad para representar y movilizar pacificamente el válido rechazo ciudadano al sistema corrupto e impune que lamentablemente se ha instalado en nuestro país.
Sin embargo, se hace necesario dar un paso más allá de la actitud crítica y demandante de las consecuencias propias para quienes hayan cometido estos actos bochornosos contra el país y el bolsillo de todos los que pagamos impuestos.
El Movimiento Marcha Verde podría -y debería- asumir un discurso más propositivo donde haga un llamado al conglomerado a mantener una conducta personal y nacional ejemplar que en sí misma desmuestre con hechos el «sentir verde» de cada dominicano.
Actitudes puntuales como Si Soy Verde, no me paso en rojo el semáforo, no me parqueo en los asignado a embarazadas o minisválidos, no abuso de mi pareja ni física ni psicológicamente, no maltrato a mis hijos, no tiro basura en la calle, no cierro la intesección ni me parqueo en aceras, no me cuelo en la fila, no consumo ni productos ni servicios vinculados a manejo ilegal, no le doy vida a los buscones y por ahí va.
Si Soy Verde cuido el medio ambiente, me sumo voluntariamente a acciones para mejorar mi comunidad, soy respetuoso con los demás, honro los valores y símbolos patrios, cuido mi familia y el patrimonio nacional disfrutando sin dañar sus playas, ríos, playas y montañas, denuncio irregularidades y doy el ejemplo…
Al final son aquellas pequeñas cosas las que evidenciarán en la realidad quien es paja y quien es trigo y así juntos mantener viva la llama de la esperanza al darnos cuenta que ,en efecto, los buenos somos más.