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Presidente de Mejía Árcala, Raúl Rizik, habló en el Día Nacional del Comercio, de los Valores Familiares
Santo Domingo.- Es un honor para mí celebrar con todos ustedes, el Día Nacional del Comercio, teniendo el privilegio de compartir lo que es sin lugar a dudas fundamental para construir una mejor sociedad con el tema que nos ocupa en esta mañana: “los Valores Familiares en el Desarrollo del Comercio”.
Estos valores morales o familiares son inmutables, son parte del carácter del creador los cuales siguen y seguirán siendo factores claves del éxito en todo individuo, familia, sociedad y empresa.
En tal sentido, debemos enunciar los fundamentos bíblicos que han contribuido al desarrollo y prosperidad de las grandes naciones bajo la influencia de la ética protestante, siendo la misión de nuestra empresa transmitir esos valores a todas las esferas de la sociedad dominicana- y en el día de hoy a todos ustedes.
Trabaja todo lo que puedas;
Ahorra todo lo que puedas; y
Ayuda todo lo que puedas.
Estos principios éticos sirvieron de base para el desarrollo de Europa del norte, Inglaterra y los estados unidos de américa, los cuales queremos transmitir a toda la sociedad.
Es por ello que estamos conscientes de nuestro compromiso delante de Dios, y con nuestro país, lo cual nos mueve a promover los principios y valores morales de Dios aplicados en todo lo que hacemos, ya sea a través del trabajo arduo y honesto, la cultura, las artes, la música, en fin en todas las esferas de la sociedad, con especial atención a la familia, como base fundacional, fundamental de toda sociedad, la familia es el bloque de construcción básico de la sociedad, ya que como es la familia es una nación, así es la iglesia, el estado, la educación, los negocios, las artes y la vida de esa nación. el hogar es la primera esfera de la sociedad y no solo determina el fundamento de la sociedad sino también determina la medida que estas prosperan. es en el hogar donde los fundamentos y valores cristianos son establecidos. Fortalecer la institución divina de la familia, es fortalecer toda la sociedad dominicana. “familias sanas producen instituciones sanas, y por ende, sociedades sanas y estables.”
En tal sentido, exhortamos a trabajar unidos en pos de las familias dominicanas a los fines de que se fortalezcan en valores y principios cristianos, siendo además parte de nuestra responsabilidad corporativa ayudar a los más vulnerables, a los más débiles, a los huérfanos, las viudas, los envejecientes y a la niñez dominicana.
Podemos afirmar con toda franqueza que los problemas morales que hoy plagan las naciones pueden ser atribuidos a la falta de atención de los jóvenes por parte de los padres.
Debemos de estar claros como dice la palabra de Dios que:
«Tal cual es el pensamiento del hombre, tal cual es él»
Nosotros somos los que pensamos, ya que de acuerdo como pensamos, tomamos decisiones, que repercuten para bien o para mal, en nuestras vidas, en nuestro alrededor, y por ende, en toda la sociedad.
Por tales razones, debemos velar todos unidos, por las ideas que se promueven en los medios de comunicación, en la tv, en la radio, supervisar y filtrar los que nuestros hijos ven y escuchan por el internet, también a través de las artes, de la música.
¿Qué ideas le están transmitiendo a la ciudadanía, a nuestros hijos, a nosotros como padres? debemos aunar esfuerzos por enaltecer e incentivar los valores correctos, porque las familias sanas, producen ciudadanos, instituciones y sociedades sanas y estables.
Recuerdo un autor que decía. «que el mal avanza en una sociedad, cuando los hombres de convicciones no hacen nada»
Apoyado en este principio divino de que: “el mal en una familia, en una sociedad no se vence con el mal… la única forma de vencer el mal es con el bien.»
Por eso… exhortamos a todas las instituciones del país, al comercio en general que se unan a esta labor de fortalecer los valores correctos dentro de la familia, incentivando y ejemplificando el trabajo arduo, la honestidad, la diligencia, la obediencia, la perseverancia, el amor a Dios, y el amor al prójimo, la disciplina, el respeto a la autoridad, la valoración de los hijos hacia sus padres, el amor de los padres hacia los hijos, fortalecer los matrimonios, el respeto a las leyes, respecto a las autoridades, el valor a la vida, el respeto a la ancianidad, a la niñez, la pureza sexual, el patriotismo, protección del medio ambiente (no tirar basuras en las calles), ser fieles administradores de lo que Dios nos ha dado como persona, nación y como mundo debemos de estar bien claros que todo empieza por el hogar, en la familia.
De igual manera, enalteciendo la cultura, nuestra historia, incentivando la buena música, las buenas artes, trayendo el orden divino a todas las áreas de la vida. Un orden divino que ha de reflejarse primero en nosotros como individuos, aún en nuestras calles, en nuestros negocios, en nuestras familias, en toda nuestra manera de vivir, ya que sin orden no podremos avanzar como empresas, como individuos, ni como país. porque Dios es un Dios de orden, lo cual se manifiesta en todo lo creado, en todas la creación.. por ende, deseamos de todo corazón, que nuestras palabras y nuestros ejemplos impacten e influyan para bien a nuestros hijos y las personas que nos rodean.
Estos valores cristianos se han perdido en la sociedad o se van perdiendo cuando la cadena de transmisión de esos valores dados por Dios se pierde de una generación a otra. Eso mismo lo vemos en la palabra de Dios en las historias bíblicas del pueblo de Israel que cuando los padres no asumían su responsabilidad de repetir los mandamientos de Dios, los valores morales de Dios a sus hijos venia el declive moral a las próximas generaciones. Como dice Deuteronomio 6:4-9 .y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.”
Cuando los padres no cumplen con este mandato divino, de enseñarles y repetirles a sus hijos los mandamientos de Dios, los valores correctos, entonces viene en las próximas generaciones la decadencia moral de las familias, y luego por consiguiente de toda la sociedad. (Esto es lo que estamos viviendo hoy día).
Eso ocurría en la historia bíblica, y eso ocurre actualmente, estamos cosechando lo que sembramos.
En el libro de los jueces dice ¨cada cual hacía lo que bien le parecía.¨
No hay nada nuevo debajo del sol. Surgen generaciones que no conocen a Dios, nos conocen la verdad, y por ende no respetaran la autoridad de sus padres, personas que actuaran de acuerdo a sus deseos pecaminosos, haciendo del deseo pecaminoso del corazón, de los placeres y convirtiendo el sentimiento en un valor, y no actuando en base a los principios y valores morales del creador. Por ende, no respetarán la autoridad en el hogar, ni autoridad civil en la sociedad ni la autoridad de nadie, y se irán tras los placeres y los ídolos del mundo, y la sociedad se vuelve un desastre. Cada cual hace lo que bien le parece.
Por esto, debemos volvernos a los valores morales, debemos arrepentirnos y volver a los fundamentos, si realmente queremos tener individuos, familias, negocios, y naciones sanas, estables y libres. Nuestro Señor Jesucristo nos dice “conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”.
Necesitamos personas con temor a Dios en esta nación. el temor a Dios hace sabio al sencillo, la ley de Dios convierte el alma, y autocontrol o gobierno interno en el individuo.
Tenemos que volvernos al manual del fabricante, hacia los fundamentos cristianos. En todas las áreas de nuestras vidas, nuestras familias, en nuestro trabajo, en nuestro entorno.
Proverbio 1:7 el principio de la sabiduría es el temor de Dios, los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.” porque el temor de Dios aparta al hombre del mal.
Fuente: Externa