Prevenir en mejor que lamentar
Promoviendo la Paz
Yanira Fondeur
En una sociedad de cultura machista como la nuestra, en donde los hechos de violencia de género suceden diariamente, tenemos la misión y responsabilidad social de seguir creando conciencia para evitar que sea normalizada.
Sabemos que, el propósito de los malos tratos en las relaciones de parejas es controlar y dominar, y aun así, son muchas las jóvenes mujeres que confunden las acciones violentas con demostraciones de amor.
El amor es respeto no menosprecio, es confianza no control, es apoyo mutuo en las alegrías y en las penas, es valoración no imposición.
Lo material que pueda ofrecer un ser querido, jamás puede superar lo que nos haga sentir emocionalmente para conformar un equipo, en el que ambos remen su barca para recorrer una vida en común, basada en valores y donde reine afectos, paz, lealtad, justicia, compromiso y valoración, por sólo mencionar algunos.
Si en una relación amorosa tu pareja te menosprecia, tanto en público como privado, con palabras como tonta, loca, gorda e incluso permanece indiferente, ignorándote cuando le comentas tu sentir, significa que no te valora como lo que eres, un ser único y especial.
También sucede si te compara con otras mujeres, si se inmiscuye con tus amistades, si trata constantemente de controlar dónde estás, con quién estás, por qué llegas a una determinada hora, cómo vistes, cómo llevas tu pelo, te acusa de estar coqueteando o provocando a otros.
Es por ello que, debemos reflexionar si cuando estamos en parejas sentimos miedo, ansiedad, vergüenza o nos sentimos aisladas de nuestros familiares o amistades, en estos casos somos víctimas de violencia de género y tras este reconocimiento lo primero que debemos hacer es buscar alguien en quien confiar y comentarle la situación, ya que el silencio alimenta la violencia.
Luego, es necesario procurar la ayuda de un o una especialista en la materia, que nos proporcione herramientas para comprender y salir del ciclo de la violencia, el cual fue descrito por la investigadora estadounidense Leonore Walter, quien tras trabajar con mujeres maltratadas en el año 1979, lo describió en tres fases.
La primera es la fase de tensión en que la víctima sufre constante agresiones verbales, llegándose a creer en muchos casos que es la responsable de la situación; luego pasa a la fase de agresión, en la que se materializa la violencia física, sexual o psicológica; y la última fase, la de conciliación, en la que el agresor pide perdón, asegura que no volverá a pasar y se muestra más amoroso que nunca, reincidiendo al cabo de un tiempo.
Existen líneas de auxilio gratuita para denunciar casos de violencia de género. El Ministerio público cuentan con Línea Vida en el teléfono 809-200.1202 y el Ministerio de Mujer dispone de los números 809-689-7212 y 809-200-7212, además del 911, Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad.
Tener una vida libre de malos tratos es un derecho, defendámoslo siempre, apoyemos a quienes en nuestros entornos lo necesiten, porque vivir en paz no tiene precio y siempre será mejor prevenir que lamentar.
La autora es la Presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.