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Prohibido olvidar: El dolor histórico de una madre de los expedicionarios de junio 1959
Con el nombre de estos héroes han sido designados monumentos y calles.La zona que acoge las sedes de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), el Congreso Nacional, el Ayuntamiento del Distrito Nacional y del Colegio Dominicano de Periodista, fue designada con el nombre de Héroes de Constanza Maimón y Estero Hondo, por el Consejo de Estado de 1962, tras la muerte del tirano.
Fernando Quiroz | Director AplatanaoNews
La hazaña de los expedicionarios del 14 y 20 de junio de 1959 fue arriesgada, valerosa y heroica.
Un conjunto de datos importantes, como sus nombres, cartas, testimonios, fotografías, mapas y, lo más importante, su proeza, es ignorado por muchos dominicanos y dominicanas, pese a que pasó relativamente hace poco, 61 años.
“Si alguna vez recibes esta carta, ya yo estaré muerto”, reza la carta despedida del doctor Antonio Mota Ricart (Tony) a su madre, 15 de marzo de 1959.
En ocasión de esta conmemoración la Fundación Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo recuerda a los expedicionarios como valientes que vinieron a combatir la peor dictadura de América que flagelaba la existencia de la República Dominicana.
Que llegaron con armas en las manos y con un programa mínimo que llevaban en el interior de sus mochilas, cargadas de sueños, destaca.
“Llegaron los gigantes del honor, abonando con sus sangres las tierras de República Dominicana, para que floreciera en el alma nacional la libertad”, resaltan en un documento.
Hoy, 61 años después, agrega, estos prohombres nos reclaman firmeza ante los recientes y futuros acontecimientos, para el fortalecimiento de nuestra democracia debemos emular a estos héroes que nos siguen hablando con la autoridad de su sacrificio y hoy nos dicen que debemos de defender nuestra democracia.
“Los jóvenes no conocen este sacrificio”
Meses antes de fallecer, en la última entrevista realizada a Mayobanex Vargas, combatiente, lamentaba que la población joven no conozca esta historia de tanta lucha y sacrificio.
Recordaba cuando su hija Ysabel Vargas estaba en el colegio, en unas clases sobre la expedición del 14 de Junio, él no figura entre los sobrevivientes de la gesta. “Ponme, tú”, le dijo en la ocasión el luchador antitrujillista a su hija, impotente y enojado, el expedicionario que falleció el 2017.
Ahora la joven Ysabel es la presidenta de la Fundación, entidad que también integra la hermana de Mayobanex, Maricela Vargas, y numerosos familiares de otros héroes, como Yolanda Garrido, viuda del capitán Juan de Dios Ventura Simó.
Documental, libros y el dolor de una madre
Sobre esta gesta han escrito principalmente los dolientes. Uno de los libros más completos es el de la Fundación Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo, de la autoría de Anselmo Brache Batista. Tiene la presentación de Porfirio Rodríguez, hijo José Horacio Rodríguez, uno de los líderes de la epopeya, y la corrección de estilo, en tercera edición 2009, Francis Pou de García, hija de Poncio Pou Saleta, otro de los combatientes.
Otra obra es Las Expediciones de Junio de 1959, de Emilio Cordero Michel, con profundidad de intelectual. Tres de los expedicionarios legaron por escrito su experiencia: Mayobanex Vargas, Testimonio Histórico Junio 1959; Delio Gómez Ochoa, La Victoria de los Caídos y Pou Saleta, En Busca de la Libertad.
Del otro lado del dolor, además el libro “Yo maté a su hijo: testimonio de un cadete”, Eugenio María Guerrero Pou, en la Era de Trujillo.
Y un caso de especial mención. El libro titulado “Mi hermano y sus sueños de Libertad”, lo escribió Morella Jiménez Nouel, ante el dolor de perder a su familiar Leopoldo Jiménez Nouel.
Era el hijo de doña Luz Nouel viuda Jiménez, última madre de un expedicionario de junio que vivía. Falleció a los 100 años, en septiembre de 2018, con el dolor de no saber dónde quedaron las osamentas de su único varón. Lo lloró por más de 60 años.
Ella es protagonista del documental Las Expediciones de Junio: hacia la libertad o la muerte, guion y dirección de quien escribe.
Estando en el exilio en Venezuela, Leopoldo, 18 años se alistó en el movimiento, y pidió la bendición de madre para marcharse a la lucha.
“Me hizo mucha falta, fue una cosa tan grande, en Caracas no era como ahora aquí, que todo el mundo tiene un celular, allá no podíamos hablar por teléfono, yo no tenía comunicación con mi familia, y lloraba y lloraba, y en la noche la cama temblaba, y lo buscaba en todas partes, mi esposo me llevó a todas partes, a Tierra Santa, casi cinco días haciendo el vía crucis, como lo hacían allá, pero nada, ay Dios, todavía yo lloro, mi único varón, 18 años”, relató en el audiovisual.
En una carta dirigida a Fernando Quiroz en junio de 2013, doña Luz agradecía la realización honrando la heroicidad de aquellos valientes de mochilas cargadas de sueños de libertad. Agradeció por la mención de su hijo Leopoldo, y por la oportunidad de manifestarle al pueblo dominicano su dolor.
“Un dolor que no difiere del que aun sienten los familiares de todos aquellos jóvenes. Hoy, gracias a ellos, que regaron con su sangre los mares y las montañas de la Patria, podemos respirar aires que tanto nos huele a sal y arena, como a libertad y democracia”, expresaba.
Y agregaba: “Tu documental, con mayúscula, es un alerta, es un Prohibido Olvidar”.
Y precisamente este documental fue inaugurado este viernes 12 en la plataforma de Internet Pelidom.com, fundado por el cineasta Alfonso Rodríguez.
Esta obra ganó Premio Soberano 2014, ha sido presentado en las principales universidades y centros culturales del país. En el extranjero fue exhibido en el Senado de Puerto Rico, en la Universidad de Panamá y en la Cineteca de México.
En octubre de 2015 el audiovisual fue evaluado por el Ministerio de Educación y calificado de RECOMENDABLE para su divulgación en los centros escolares del país, aunque no ha sido incorporado para tales fines pese a la solicitud mediante varias comunicaciones.
Héroes nacionales
Con el nombre de estos héroes han sido designados monumentos y calles.
La zona que acoge las sedes de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), el Congreso Nacional, el Ayuntamiento del Distrito Nacional y del Colegio Dominicano de Periodista, fue designada con el nombre de Héroes de Constanza Maimón y Estero Hondo, por el Consejo de Estado de 1962, tras la muerte del tirano. Aun esa área tiene un sello de la Era de Trujillo, pues se le continúa diciendo La Feria, en alusión a la celebración
La avenida Enrique Jimenes Moya, una prolongación de la avenida Winston Churchill, desde la avenida Bolívar hasta la avenida George Washington, y la calle Juan De Dios Ventura Simón, son vías de este Centro de los Héroes.
Todos los expedicionarios fueron declarados héroes de la República, y el Monumento Mausoleo construido al lado de la SCJ en el año 1972 para el descanso de los restos de recuperados, fue declarado Extensión del Panteón de la Patria.
En el año 2009, a 50 años de la expedición, el entonces presidente Leonel Fernández inauguró en Constanza un monumento en memoria de la Raza Inmortal.
El aeropuerto de Constanza lleva el nombre de la expedición. Otros monumentos se han erigido en Estero Hondo y Maimón.
Una carretera de siete kilómetros de Bonao lleva el nombre de Mayobanex Vargas, y en el centro de la ciudad fue levantado un busto con la imagen de combatiente.
El Museo Memorial de la Resistencia Dominicana tiene una sala dedicada a Las Expediciones de Junio. Recrea el ambiente de montaña y muestra pertenencias de los expedicionarios como uniforme, botas, cantimploras, brújulas.
La historia de esta gesta también está contada en la Sala Memorial Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo, en la Estación del Metro, en la intersección de la Jimenes Moya e Independencia.
Monumento Panteón
En el año 1972 fue inaugurado el Monumento Panteón Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo, diseñado por el arquitecto Carlos Sully Bonelly. En su espacio sobresale la escultura en bronce el Ángel de la Libertad, una obra del artista Domingo Liz. Fue declarado extensión del Panteón Nacional.
A este mausoleo fueron trasladados en ese año los restos de 52 expedicionarios exhumados al momento. Luego, el 14 de junio de 1987 fueron depositadas 67 osamentas de combatientes, recuperadas en catorce fosas comunes en el patio del Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas (CEFA), en San Isidro, donde existían lugares de torturas y fusilamientos.
Dos décadas después, el 14 de junio de 2007, fueron inhumados otros seis restos, localizados en dos fosas comunes en las inmediaciones del aeropuerto militar de Constanza.
De esta manera, por gestiones arqueológicas de la Fundación Constanza Maimón y Estero Hondo, reposan en el monumento mausoleo 125 osamentas de los 196 expedicionarios.