Tendencias de la moda que arrasarán esta primavera-verano 2025
Puente de unión, amor y paz
Promoviendo la Paz
Yanira Fondeur
En momentos en que observamos que por conflictos de convivencia cotidianos se registran muertes, nos cuestionamos ¿Cuál es el valor que le estamos hoy en día dando a la vida? ¿Es que acaso olvidamos tan fácil que dialogando podemos encontrarles soluciones y evitar generar más luto a las familias?
La pasada semana la sociedad quedó consternada por el fallecimiento de tres hombres por una discusión en un parqueo. En el hecho también resultó herido un niño de 4 años y un día después una mujer ultimó a su vecina de una puñalada por supuestamente colocarle la basura frente a su hogar.
Ante estos trágicos hechos, a los que se les suman muchos más, consideramos que como sociedad no podemos quedarnos indiferentes y mucho menos permitir que el desaliento se apodere de nuestros sentimientos.
Sin duda alguna, necesitamos abocarnos a un sistema de vida donde prime la convivencia pacífica, en que cada día multipliquemos acciones que nos proporcionen y, a su vez, nos permita brindar armonía, justicia y paz.
La iniciativa ha de empezar por nuestros hogares, reflexionando sobre la forma en que estamos comunicando nuestro sentir a nuestra pareja, hijos e hijas, personas que nos asisten, familiares, vecinos y cualquier otra persona con que nos relacionemos.
Recordemos que los conflictos son parte del diario vivir, pero de cada quien dependerá la actitud para enfrentarlos por la vía pacífica o seguir contribuyendo a que los mismos generen mayor violencia, dejando un ejemplo negativo en nuestro entornos.
El antídoto de la guerra es la paz y para convivir pacíficamente debemos desarrollar la capacidad de escuchar, sin ella es difícil poder saber la razón del problema y mucho menos procurar la correcta solución.
Se hace necesario también recordar que, podemos controlar nuestros enojos y la ira, dialoguemos en vez de gritar, participemos en comprender los sentimientos de los demás en lugar de acusar.
Aprovechemos cualquier momento u oportunidad y en vez de cerrarnos a una solución, dejemos abiertos los canales de entendimiento, como seres humanos que merecemos respeto y una vida libre de violencia.
Que el rencor nunca nuble la razón. Actuemos con la madurez de un ser racional y busquemos una solución viable que nos permita vivir con la tranquilidad que merecemos como seres civilizados.
Si creemos que no está a nuestro alcance la solución, busquemos la ayuda adecuada.
Los hechos trágicos demandan que empecemos a buscar la felicidad desde nuestro interior y no hacerla depender de la actitud de los demás. Después de todo, lo único seguro que tenemos en la vida es el ahora, el ayer forma parte del pasado y el mañana es un futuro que no sabemos si llegará.
Seamos hoy y siempre puente de unión, amor y paz.
La autora es Presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.