Tendencias de la moda que arrasarán esta primavera-verano 2025
Qué esperar cuando no se espera
Iranna Flaviá Luciano
Pienso y Luego Escribo
La vida es un total misterio, esa es una realidad, también lo es la forma en que valientemente nos abrimos paso a un nuevo día.
No sabemos con exactitud qué pasará después, ni ahorita, ni mañana, solo contamos con la esperanza de que todo estará y marchará bien.
No podemos esperar, porque no podemos esperar nada, no lo sabemos a ciencia cierta, pero lo que sí es seguro es que cada día nos afanamos para tener un mejor futuro.
El mundo actualmente vive en una incertidumbre, porque convivimos aunque no lo queramos con antisociales que no sabemos en qué momento dañarán a otro con su accionar.
Así como hay personas buenas, también existen las desalmadas, los que nada tienen que ver con los sentimientos, con las familias, con los esfuerzos, con los sacrificios, con el amor.
Así es queridos lectores, gentes inhumanas que viven sin amor, sin el mínimo respeto por los demás, y que cambian por una pequeña cosa o nada una vida humana.
La vida humana es lo que más valor tiene en un ser humano, sin eso como accionamos en este mundo de vivos, donde estaríamos?
La delincuencia es una realidad muy dura en nuestra sociedad, muchos lo achacan a la falta de oportunidad, a la falta de educación, a la decadencia de los valores.
Al amor al dinero, a la falta de espiritualidad, en sí, a la falta de almas empáticas que le duelan y que se conduelan por los demás.
Pero qué podemos hacer ante esa realidad sería una pregunta franca que podríamos hacernos?
Cuando por ejemplo recientemente escuchamos de una mujer que dormía en su casa con su familia tranquilamente, y sin hacerle daño a nadie, y viene un inhumano y le arranca la vida.
Yo diría que ante el mal solo podemos pedir la protección a Dios y revestirnos de ella, vivir cada día cautelosos lo más que podamos, y procurar como sociedad que el régimen de consecuencias sea mayor.
Qué hace una familia cuando un ser querido es arrancado así de sus raíces? Para ellos ya nada será igual porque el trauma que se genera es mayor.
Como sociedad debemos empoderarnos, cerrarle el paso a ese tipo de acciones, tener en cuenta que las personas de buena fe somos más, y criar a nuestros hijos en el calor y en el amor de una familia.
Pienso y Luego Escribo: Nunca podremos esperar nada cuando no se espera.