¿Qué pasa con las denuncias de violencia contra las mujeres?
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
Que sólo un 12 por ciento de las mujeres víctimas de violencia en nuestro país acudan ante el Ministerio Público a denunciar y los feminicidios sigan incrementándose cada día, constituye una triste realidad que consterna y merece de una urgente revisión de las acciones y políticas que se están implementando en materia de prevención, atención y sanción.
En el informe ofrecido recientemente por el Procurador General de la República, al cumplirse dos años de la implementación del Plan Nacional contra la Violencia de Género, expresó que en el 88 por ciento de los casos de asesinatos a mujeres por parejas o ex parejas las víctimas no habían registrado denuncias.
Y este preocupante indicador nos lleva a reflexión y a la vez a una pregunta ¿Por qué no denuncian las mujeres la violencia?
Lo primero que debemos recordar es que, una mujer que vive en malos tratos está llena de vergüenza, ansiedad, su agresor la hace sentir culpable de todo lo negativo que suceda en la relación, la aísla de familiares y amistades y todo ello la mantiene en un miedo que las paraliza, que no les permite actuar y acudir a la justicia a buscar ayuda para su protección.
Lo segundo a recordar es que cualquier familiar o vecino y hasta un extraño, incluyendo médicos y enfermeras, pueden y deben denunciar a las autoridades las acciones de malos tratos, sin importar si la víctima lo reconozca o no, para que así procedan a conocer, evaluar y decidir con rapidez la peligrosidad de su vida, los hechos acontecidos y las medidas judiciales inmediatas.
Lo tercero es que muchas mujeres se mantienen en el círculo de la violencia, con la esperanza de creer en el arrepentimiento de su pareja, de esperar que cambie de conducta, la respeten y quieran como ocurría al principio de la relación, cuando las seducían y conquistaban en forma encantadora.
Lo cuarto a tener presente es que muchas mujeres agredidas consideran que su caso no es lo suficiente grave para denunciar o temen hacerlo dado que la dependencia económica resulta un obstáculo determinante al momento de denunciar a su agresor, que se manifiesta hasta en que muchas veces ni el pasaje tienen para trasladarse a una Unidad de Atención y aún lo tuvieran, piensan que si lo apresan no podrían resolver la manutención de sus hijos, por no contar con un trabajo u oficio que les permita emprender una labor remunerativa.
Lo quinto a reflexionar es si puede una mujer que sufre malos tratos tener confianza en las autoridades, a sabiendas de que algunas de las víctimas de feminicidios contaban con órdenes de protección y son conocidos los acuerdos de jueces y fiscales con los verdugos, quienes no obstante cometer intentos de asesinatos son ágilmente dejados en libertad para luego asesinarlas.
Dada esta triste realidad, nos preguntamos: ¿Qué harán ahora las autoridades para lograr que las mujeres víctimas denuncien a sus agresores?
Consideramos que se requiere mayor firmeza en la manifestada pública voluntad de las autoridades para optimizar políticas públicas puntuales y eficaces, destinar presupuesto justo en campañas preventivas e instalar unidades de atención en todo el territorio nacional, que el Poder Judicial establezca tribunales especializados en la problemática, con un personal sensibilizado que conozca con celeridad y justicia los procesos, así como que el Ministerio Público continúe formando a sus fiscales, vigilando sus actuaciones y aplicando consecuencias disciplinarias y penales a quienes violen los protocolos.
Además, se requiere educar hacia una masculina positiva que respete y recuerde los derechos igualitarios que tienen las niñas y lograr que los congresistas aprueben el proyecto de ley integral que previene, sanciona y erradica la violencia contra las mujeres, para contar con una articulación y un orden legal actualizado.
Hace una semana marchamos por la eliminación de la violencia hacia las mujeres y niñas, hoy y siempre seguiremos elevando nuestra voz y aportando desde su prevención, para que en el seno familiar se solucionen los conflictos del diario vivir de manera pacífica. #NiUnaMás
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.
@Yanira_Fondeur