¿Qué pensarían las Mirabal de la violencia que permanece contra las mujeres?
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
Se acerca el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las mujeres, en conmemoración al asesinato de Minerva, Patria y María Teresa Mirabal y si tuviésemos que rendirles cuenta como sociedad, le expresaríamos que lamentablemente seguimos manteniendo una de la más alta tasa de feminicidios a nivel de Latinoamericana.
A pesar del incremento en todo tipo de violencia hacia la población femenina, nuestros legisladores siguen con la deuda de aprobar por Ley el Sistema Integral para la Prevención, Sanción y Erradicación de la violencia, después de doce años de su introducción al Congreso Nacional.
En consecuencia da la impresión de que no se muestran empáticos para entender que la ley 24-97, ya tiene 24 años y está obsoleta.
Es que ni siquiera tenemos tipificado la figura jurídica del feminicidio, cuya diferencia sustancial con los homicidios es que está determinado por razones de género y con los dos casos que ocurrieron este fin de semana, ya la Fundación Vida Sin Violencia registra este año 59 íntimos, de un total general de 76 mujeres asesinadas.
Ahora bien, hemos avanzando en la aprobación de la ley que prohíbe el matrimonio infantil y aun así nuestra estadísticas observamos que hay 9 menores víctimas mortales de agresores que abusaban de sus infancias, lo cual deberá agravar la pena de los mismos.
Destacamos que, en éste año el Ministerio de la Mujer cuenta con mayor presupuesto y ha hecho posible desplegar a nivel nacional la campaña preventiva “Vivir sin violencia es posible” y habilitar 12 casas de acogidas, entre otros notorios proyectos.
Siempre he sido de opinión que la erradicación de la violencia hacia las mujeres no se le puede dejar sólo al gobierno, sino que como sociedad, las iglesias, los centros educativos, los medios de comunicación, todos y todas tenemos que involucrarnos y ser parte de la educación basada en igualdad y valores morales.
La prevención siempre ha de ser el mejor remedio y para ello repetimos en múltiples ocasiones que debe educarse en igualdad de derecho desde la primera infancia y fomentar una masculinidad respetuosa, capaz de entender que la pareja no es un objeto de su propiedad.
Recordar siempre que no podemos justificar ninguna agresión hacia la mujer culpabilizándola, en razón de que bien sabemos que el único responsable de sus actos es el agresor, quienes en muchos casos exhiben una doble fachada sin importar en la clase social a la que pertenezca.
Recientemente la representante nacional del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Sonia Vásquez, nos ofreció una conferencia sobre los Desafíos pendientes para la eliminación de la violencia contra las mujeres y nos recordó mensajes constructivos que debemos asimilar a la hora de tratar con una víctima como son decirles:
- Yo te creo
- No es tu culpa
- Gracias por confiar en mi
- Eres valiente por buscar ayuda
- Siento mucho que te haya sucedido esto
- Estoy para ayudarte en lo que esté a mi alcance.
En definitiva y a pesar de cómo estamos, siempre debemos recordar a Minerva, Patria y María Teresa Mirabal como referentes de mujeres valientes, decididas, ejemplos que constituyen una fuente de inspiración para seguir creando conciencia del derecho de vivir una vida libre de violencia.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia
@Yanira_Fondeur