Ministro Paliza supervisa construcción de verja perimetral entre RD y Haití
RD debe ser pro-activa y no reactiva
Apostilla del Diplomático
José Cáceres Veloz
Más que nunca, la diplomacia de la República Dominicana, que dirige el presidente Danilo Medina y ejecuta el Ministerio de Relaciones Exteriores, tiene que «parar en seco» a las instituciones internacionales que están buscando que la República Dominicana viole la Ley 169-14, sobre la regularización de las personas nacidas en el país de padres indocumentados.
Ilegal es una cosa e indocumentado es otra cosa. Una persona X en un país X puede llegar en forma legal dejar vencer su status y queda como ilegal. Ahora, la otra es entrar una nación sin tener ningún de documentos que lo avalen. Eso se llama indocumentados.
Este domingo, el pasado presidente de la Junta Central Electoral, doctor Roberto Rosario, reveló un dato que ha dejado «boca-abierta» a muchos cuando dijo que siendo titular de la JCE, miembros de la Corte Inter-americana de los Derechos Humanos le pidieron a él y al doctor Piña Toribio, en aquel momento Consultor Jurídico, de que se debía modificar la Constitución de la República en ese sentido, pero que ellos iban a colocar el texto a su conveniencia.
No tengo por qué dudar de las palabras del doctor Roberto Rosario. Y lo bueno es que dijo que tuvo testigo: el doctor Pina Toribio.
La diplomacia dominicana tiene que abrir bien los ojos y jamás descuidarse del plan macabro que hay contra la Soberanía nacional.
Cada país tiene libre potestad para manejar su soberanía y la forma de como recibe a sus inmigrantes, claro, siempre de manera legal.
Ya los que entren de manera ilegal, también se tiene la forma de tratarse con respeto y dignidad.
Los Embajadores dominicanos acreditados en el exterior deberían tener una «cartilla» con los pasos a dar para saber cómo enfrentar el despropósito que se cierne sobre la República Dominicana. Y no esperar que lleguen las crisis para reaccionar. Hay que ser proactivos y no reactivos.
La Constitución de Haití, en su artículo 11, dice que todo haitiano que tenga hijos en el exterior de su tierra, es haitiano y no pierde su nacionalidad.
Jamás el país debe bajar la guardia.
Como dice el refrán, «guerra avisada, no mata soldado».