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Reflexiones de fin de año
Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz
En esta última semana del año 2022, propicia es la ocasión para agradecer, evaluar, reflexionar y sobretodo, para mantener viva la llama de la esperanza por las mejores causas de la vida.
Y es que, cada amanecer es un motivo para agradecer, lo cual debería ser parte esencial de la rutina cotidiana. El solo hecho de tener salud, poder ver, caminar, escuchar, tener un techo, alimentos y seres queridos alrededor, son grandes bendiciones que debemos valorar en su justa dimensión.
Cada segundo, minuto, hora, día, semana y mes del año acumulamos experiencias maravillosas, buenas, regulares o preocupantes y estresantes, pero debemos estar conscientes de que cada una de ellas nos brindaron aprendizajes para nuestro existir.
La evaluación del año debe empezar preguntándonos cómo nos sentimos con lo que somos y hacemos. De igual manera, preguntémonos ¿Estamos en paz con nuestro ser interior o acaso vivimos en una batalla constante que no queremos externar a los demás?
A partir de las respuestas a estas dos simples interrogantes inicia el proceso de reflexión para fomentar lo mejor de nuestro ser y así poder relacionarnos óptimamente en nuestros respectivos entornos.
En cualquier caso, deseamos que esta última semana del año nos permita reconocer las acciones que no debemos repetir y la fortaleza para tomar las medidas correctivas de lugar.
Sabemos que con lamentarnos no resolvemos nada, por esto les exhortamos a tomar accionar en lo siguiente:
- Autocuidarnos física y mentalmente;
- Recordar que nuestros valores son innegociables;
- Tener presente que tratar de ser feliz es una decisión individual, que no podemos delegar en los demás;
- Disfrutar cada momento, que es único e irrepetible;
- Mantener la prudencia, considerada la madre de las virtudes;
- Emplear en cualquier ocasión una comunicación asertiva;
- Ser más paciente y tolerante ante las diferencias de nuestros criterios;
- Estar conscientes de que los demás merecen respeto en cualquier circunstancia;
- Dar lo mejor sí, sin esperar recompensa ni reconocimiento;
- No tomar nada personal, por desconocer qué situación delicada está cargando el otro en su mochila;
- Compartir tiempo de calidad con familiares, amistades y relacionados;
- Alimentar la actitud positiva, que nos permite enfrentar mejor las adversidades;
- Trazarnos metas puntuales a corto plazo y perseverar en su materialización; y
- Jamás perder las esperanzas en nuestros sueños y proyectos.
En definitiva, deseo que, estos últimos días del año sean de mucha salud, unión, confraternidad y amor en abundancia. Que el próximo 31 de diciembre brindemos por ser mejores seres humanos, por familias más unidas, por una sociedad equilibrada en justicia e igualdad, en que la paz viva y reine por siempre en nuestros corazones.
La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.
@Yanira_Fondeur