Relacionarnos mejor

Yanira Fondeur
Promoviendo la Paz

Estamos en primavera, una estación del año en que admiramos la belleza de la naturaleza a través de sus flores, que adornan y alegran los ambientes.

Que bonito sería emular las plantas y hacer que nuestras relaciones florezcan cada vez con más respeto, con más empatía y solidaridad para comprender a los demás y asisterles sin esperar nada a cambio.

Sin embargo, la realidad es que, al cabo de apenas cuatro años de la crisis sanitaria que paralizó al mundo, constatamos que lejos de fomentarse la unidad familiar y de la sociedad en si, resultan evidentes las desavenencias, imputaciones y mayores niveles de todo tipo de  malos tratos.

Basta sólo dar lectura a cualquier medio escrito o digital para comprobar la gran cantidad de informaciones vinculadas a hechos violentos y criminales que suceden en ambientes familiares, laborales y sociales, sin distinción de edades ni clases sociales.

Florecer como ser humano para relacionarnos mejor conlleva una reflexión profunda de cómo es nuestro trato con los demás en la cotidianidad y  cómo reaccionamos al enfrentar  adversidades.

Parecería que lejos de valorar más el sentido de la existencia humana, la única alternativa para solucionar los conflictos es maltratar, abusar o asesinar, como si la vida no tuviera valor.

Relacionarnos con buen trato genera calidad de vida, inspira a los demás a ser multiplicadores del mismo, alegra, entusiasma, brinda bienestar y armonía en cualquier espacio.

Y es que, las familias, la sociedad y el mundo colmados de violencia necesitan que nos unamos en más acciones humanas, justas y pacíficas.

Para ello se requiere mantener la coherencia entre nuestro sentir y accionar, comunicarnos asertivamente así como fomentar la inteligencia emocional para actuar con prudencia en cada caso.

Cada día estamos comprometidos a dejar un mejor mundo a nuestros descendientes y para ello exhortamos a relacionarnos brindando más bienestar no malestar, valoración y no menosprecio, alegría y no desdicha, esperanza y no desilusión, amor y no indiferencia, paz y no violencia.

La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia

@Yanira_Fondeur